Yucatán

De arrepentidos está lleno el infierno

Martha Beatriz Asid Gaytán*

Algunas de las lindezas que los “respetabilísimos” empresarios han expresado en contra de nuestro Presidente electo Andrés Manuel López Obrador: El “error de Texcoco”, dice el presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos (hoyos, pero mentales) y sigue: “AMLO regresó al lenguaje polarizador” y le recuerda a Trump y que perdió la confianza generada en las cúpulas de la iniciativa privada y que pone en riesgo la seguridad de la capital y, lean queridos lectores, dice el susodicho fulano que este “error” marcará a AMLO como Ayotzinapa y la casa blanca marcó a Enrique Peña.

Ayotzinapa fue un crimen de lesa humanidad de Peña.

La casa blanca es la prueba irrebatible de la corrupción de Peña.

La cancelación del aeropuerto de Texcoco fue un acto en defensa de la vida, de la economía y en contra de la corrupción de todos sus ideólogos y actores y sí, marcará a AMLO como un gran estadista. Este señor de Hoyancos, no tiene sentido de la proporción o cree que los mexicanos no tenemos capacidad de análisis. Vamos por partes:

Primero: Los “respetables” empresarios están echando espuma por la boca por la rabia que se apoderó de ellos con la cancelación del negociazo que representaba “su aeropuerto” en Texcoco; nada más y nada menos que crear una ciudad para ellos alrededor del aeropuerto, despojando a los pobladores, marginándolos aún más, llenar toda esa zona de esperpentos de cemento para seguir llenándose las bolsas de dinero. ¿Desaparecer un lago que significa el equilibrio hidrológico de toda la cuenca del Valle de México, la depredación, el daño ecológico de la fauna y la flora? Eso, todo eso, le vale un cacahuate mientras ganen las millonadas a las que los han acostumbrado los gobiernos patitos que hemos sufrido durante más de 30 años cuando llegó el primer apátrida con credenciales prendidas hasta en los calzones de universidades yanquis, Carlos Salinas.

Segundo: No pueden digerir, se les atora hasta en la próstata que haya sido tomado en cuenta el pueblo, los ignorantes, según ellos, los muertos de hambre que nada saben ni entienden de los grandes y “benéficos” proyectos cocinados en las mentes “brillantes” de estos señorones, que se han apropiado de casi todo el dinero del país, robándolo a todos los mexicanos con el que quieren seguir haciendo negocios.

Tercero: El señor de Hoyos (en la mente) comete un grave error propio de una mente llena de espacios vacíos al comparar a AMLO con el criminal Trump y su lenguaje polarizador, cuando el discurso de Andrés Manuel ha sido siempre de reconciliación nacional. Si para el señor de los hoyos, la actitud de AMLO provoca desconfianza entre ellos, los ganones de siempre, queremos decirle que nos da un gusto enorme, queremos decirles que para nosotros es un indicativo de que AMLO nos está cumpliendo, que está poniendo las cosas en su lugar y que los 400 millones de pérdida (si es que es cierto), significan infinitamente menos de lo que se perdería si el proyecto siguiera, porque el daño ecológico no se puede medir en dinero, la vida no tiene precio.

Hablar con moderación con gente como los empresarios, es como tratar de razonar con una jauría de lobos dispuestos a devorarte, esto lo digo porque según el mismo señor, lamenta muchísimo que AMLO haya abandonado el lenguaje de moderación, en otras palabras, que no le diga sí a todo, que piense primero en México y su pueblo y no en ellos.

AMLO no necesita justificar, hasta ahora, ninguna de sus acciones, la justificación de todo lo que vendrá, y que a los señorones no les va gustar, la han dado ellos con sus abusos, con su avaricia, con su desprecio por México y sobre todo por su desprecio a los mexicanos que finalmente son los que les dan de comer consumiendo lo que producen.

El señor de los hoyos se atreve a decir que Andrés Manuel está recurriendo a mentiras, dogmas y sofismas, y yo le digo a este personaje, que los millones que votamos por él, lo hicimos precisamente porque durante todo el tiempo que hemos luchado junto a él, no lo hemos visto recurrir a ninguna de ellas, a este extraviado empresario le recomiendo que controle su víscera y vaya pensando junto con su ejército de gandayas cómo portarse como ciudadanos decentes y cumplidores de sus obligaciones como cualquier mexicano que vive de su trabajo y no del trabajo de los demás.

A lo largo y ancho de nuestro país los empresarios han causado daños monumentales a la población, al medio ambiente, al bienestar ciudadano, lo han comercializado todo, lo han trivializado todo, han atentado contra todo lo que signifique vida, porque todo, según su pequeño coeficiente mental, tiene precio. Su mediocridad humana, que todo lo tasa en dinero, debe ser erradicada de nuestras vidas y eso es lo que se propone AMLO y cuenta con el apoyo del pueblo y si no les gusta, no les acomoda, con las millonadas que nos quitaron se pueden ir a cualquier país, de preferencia a otro planeta con nuestros mejores deseos.

El ejemplo más cercano de lo que digo lo tenemos en nuestro lugar, Yucatán. La mega granja porcícola en Humún, que a pesar de las determinaciones legales a favor de los pobladores que defienden el acuífero de la contaminación que ya está en curso, las instituciones y hasta el Congreso están recurriendo, ellos sí, a mentiras, para hacer creer a la gente que están cumpliendo con las reglas y lo único que hacen es confundir a la población de Yucatán. Todos estamos pendientes y lo estamos porque nos afecta a todos. Estamos luchando contra el rey dinero, como siempre, estamos luchando contra los empresarios que tienen dinero para comprar a quien necesiten comprar para realizar su negocio, aunque sea a costa de la vida. Esos son los empresarios. Esos son ustedes señor de los hoyos.

*Consejera Nacional de MORENA