Yucatán

Los indígenas, el grupo más discriminado en nuestro país

En pleno siglo XXI, cuando tanto se ha luchado contra la discriminación, ésta todavía persiste y son los indígenas los que continúan siendo hasta el día de hoy el grupo más discriminado por razones tan superfluas como su forma de vestir, de hablar y porque vienen de pueblos, lo cual los hace acreedores de maltratos e insultos.

Probablemente esta discriminación sea de incredulidad para muchos, o meramente una negación al respecto, pero encuestas de discriminación en la Ciudad de México arrojaron las siguientes cifras: en el 10.7 por ciento de los casos se les critica por la manera como se visten, un 8.9% por la manera en la que hablan, el 7.9% no los aceptan por ser indígenas y los que se burlan de ellos y los insultan son el 4.7%.

Esta ignorancia de discriminación por su aspecto y forma de hablar que se muestra, es más latente en la capital de nuestro país, ya que en estados como Yucatán la discriminación recae en cuestiones muy diferentes, en la que sus derechos humanos se ven aplastados, al no poder participar o ser ignorados en sus peticiones o denuncias en los proyectos que la iniciativa privada o el gobierno desarrolla, al no consultarles si están de acuerdo, pagándoles muy por debajo del precio la renta o compra de sus tierras, y lo que es peor, la mayoría de las veces les mienten para aceptar proyectos, o de plano piensan que no existe la necesidad de consultarles al respecto.

A pesar de que Yucatán no tiene graves problemas de violencia extrema o desaparecidos, sí sufre del despojo de tierras de la población más vulnerable, con la imposición de megaproyectos que llevan como estandarte una mejora y desarrollo para el pueblo yucateco, así como la generación de empleos, jugando con esto, con la necesidad del pueblo.

Actualmente existe un conflicto en Homún, entre una granja porcícola y los autodenominados “Defensores de los cenotes de Homún”, el diálogo debería de ir más allá de estos dos grupos, ya que Homún reportó en el último censo de 2010 tener 7,268 habitantes, a los cuales deberían incluir en la toma de decisión sobre este conflicto, que si bien es cierto que la granja porcícola proporciona empleos, va en detrimento de uno de los principales atractivos turísticos de la entidad que son sus cenotes.

Los diputados que tienen a su cargo representar a esta entidad deben de hacerlo con responsabilidad y no caer en la ya mencionada discriminación que sufren los pueblos indígenas al ser excluidos en la toma de decisiones sobre el destino que tendrá este conflicto que los afecta.