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Danzantes que comunican la energía de su movimiento, deportistas, músicos, una orquesta completa, pintores con su obra son parte de muchas escenas de la vida real que Marco Cataño Pérez recrea en figuras de alambre articuladas.
Entrevistado en la exposición Arte a Mano para la Casa y el Corazón, que continúa hoy (de 10 a.m. a 7:30 p.m.) con más de 80 participantes en el Centro de Convenciones de la Canaco, el artista señala:
-Lo que yo expreso es la vida a través del movimiento, por eso me gusta tanto el cuerpo humano, porque tenemos una anatomía muy dinámica. Hago dibujo y pintura. Estas esculturas las inicié haciendo esqueletos pensando hacer el modelado sobre ellas, pero la verdad es que encontré que les puedo dar más dinamismo sin el barro, la plastilina o lo que sea que les iba a poner encima. Lo que me gusta trabajar es precisamente el dinamismo del ser humano, me parece fantástico; entonces eso es lo que busco que tengan mis piezas, que tengan movimiento, que tengan vida. Además les doy movilidad, como las tengo articuladas, puedo cambiarlas de posición, la misma gente que se las lleva puede cambiarles la postura y acomodarlas como quiera, porque tienen hombros, codos, rodillas, caderas, todas las partes del cuerpo están articuladas. Como es muy maleable el metal, se pueden acomodar y se pueden cambiar de posición.
-Veo que tienes la figura de un águila en alambre.
-Es la única que tengo, he hecho caballos, toros y otras, pero me quitan mucho tiempo. A mí me gusta la figura humana, eso es lo que más trabajo, pero me decidí a hacer un par de piezas así, y el águila fue un reto para mí, porque no estoy acostumbrado a trabajar con ese tipo de esqueletos. Entonces hice el esqueleto primero y, después, lo fui rellenando con alambre hasta que adquirió el volumen del águila.
Autorretrato
-Hay unos guerreros que tienen plumas…
-Esos son mi autorretrato, porque yo soy danzante. Los visto como yo me visto en la danza, les pongo sus collares de turquesa, sus escudos, su maxtle, que es el trajecito que utilizamos para vestirnos. Y lo mismo están en posturas de movimientos de la danza que nosotros hacemos.
-¿Cuánto vale una figura?
-De 500 a 650 pesos, pero ahí, dependiendo de si le pongo más cosas. Al de allá arriba le pongo más cosas, pero ya allá estoy combinando mi trabajo con el de un amigo mío que trabaja el macramé y me hizo el trajecito con ese material. Algunas piezas así las trabajo, me gusta ponerle la energía de otras personas, de otros trabajadores, como por ejemplo el basquetbolista, también me hicieron el trabajo de la red, de la canastita.
En este otro también, otro amigo mío que trabaja el alambre me hizo el trajecito –maxtle- con alambre.
De la química al arte
-¿Cuánto tiempo tienes en esto?
-Unos 15 años. Empecé haciendo collares, pulseras, aretes, ese tipo de cosas. Dejé la carrera de Química que estudié en la UNAM, y el trabajo, pues estuve trabajando en un laboratorio haciendo análisis microbiológicos, pero vi que no era lo mío estar encerrado 8 horas diarias. Y ya estaba yo pintando, dibujando, empecé a vender algunas de mis cosas. Y decidí venderlo todo: el automóvil, el estéreo, la televisión, todo. Agarré una mochilita y empecé a viajar, aprendí a hacer cosas con pinza y alambre, y de a “raid” recorrí Centroamérica, estuve en Guatemala, Nicaragua, en Panamá y me quedé a vivir 2 años y medio en Costa Rica. Muchos años también estuve haciendo esculturas en la arena, en la playa. Eso me dio una visión muy diferente de lo que yo pensaba que era el arte. Conocí gente de todas partes del mundo, pintores, escultores, músicos, cirqueros, toda clase de personas que me hicieron ver el mundo de una manera muy distinta a como estaba acostumbrado.
Primera experiencia, de miedo
Yo nací en la Ciudad de México y mi primera experiencia al llegar a esos lugares fue de miedo, porque había unas tarántulas así de grandes, y todo tipo de bichos y animales raros, y fue muy enriquecedor, muy nutritivo, porque aprendí a tener respeto por la naturaleza, y por todo lo que vibra y respira en el universo. Y encontré que eso es lo que siempre quise hacer.
-Veo que tienes una orquesta completa con todos los instrumentos…
-Sí. Tenía más, pero ya se fueron vendiendo. Tengo músicos, arte, por allá está el pintor con su modelo. Recrea escenas de la vida real exactamente. Trabajo con deportes, arte, oficios, y cada vez voy añadiendo cosas, por ejemplo ninguna de mis figuras tienen manos, y esas dos que están colgadas son las primeras que las tienen, e incluso están articuladas.
La exposición Arte a Mano fue convocada por Amigos de los Artistas/Artesanos Nuevos de Yucatán, A.C. (Aany).
La Canaco se encuentra en la calle 31 por Avenida Itzaes y calle 34.
(Roberto López Méndez)