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El Pbro. Ricardo Tiscareño Durán, de la Congregación Sagrados Corazones de Jesús y María, celebró sus 24 años de ordenación sacerdotal acompañado por sus tres hermanos, que también son sacerdotes.
Festeja 24 años de sacerdocio y 22 de estar en la Casa Hogar de la congregación antes mencionada. Desde antes de estar en Mérida estuvo estudiando en el Seminario Conciliar de San Ildefonso, dos años después continuó sus estudios en la Ciudad de México, donde se ordenó finalmente.
“Mi hermano Guillermo lleva 46 años aquí en la Casa Hogar, si hubiera llegado tres años antes sería uno de los fundadores de esta institución”, añadió el Pbro. Ricardo Tiscareño.
La obra la iniciaron los padres Cesáreo Monárrez y Aristeo Carvajal, y su hermano Guillermo. “Nuestra vocación es ayudar a chicos, hijos de familias desintegradas o cuyos integrantes padecen de problemas de alcoholismo, abandono, mamás que tienen que trabajar haciendo limpieza y otras situaciones adversas”, puntualizó.
Los jóvenes que están aquí son personas que desean superarse, pero que carecen de los medios económicos para hacerlo y será el próximo 28 de octubre que la Casa Hogar cumplirá 50 años de fundación.
Es cíclico
Ahora hay menos jóvenes en vista de las campañas de familias pequeñas, pero esto es cíclico, hay años en que hay muchos jóvenes y hay temporadas que no.
“Actualmente, mi hermano Guillermo y un servidor estamos al frente de la Casa Hogar, ahora tenemos 32 jóvenes, pero cuando llegué aquí eran cerca de 80 adolescentes de secundaria y preparatoria. Sin embargo, ahora tenemos menos, pero tenemos chicos que estudian incluso la universidad, son niños que desde los seis años de edad estuvieron y hasta los 30 años de edad”, subrayó.
El Pbro. Ricardo, acompañado de sus hermanos sacerdotes Francisco, Guillermo y José Luis, encabezó la misa.
“José Luis lleva 15 años de sacerdote, yo llevo 24 años, mi hermano Guillermo 36 y Francisco 39 años”, mencionó.
El Pbro. Ricardo reveló que su vocación fue un llamado de Dios y su inspiración para el sacerdocio fue ver a sus hermanos Guillermo y Francisco cómo trabajaban con la gente más necesitada.
En la misa, el Pbro. Ricardo, acompañado por sus tres hermanos, agradeció a Dios el don de la vocación y la oportunidad de servir a la Iglesia, principalmente a los más necesitados.
Entre los asistentes estaban también sus hermanas y su madre, doña Florentina Durán, quien externó sentirse feliz y orgullosa de ser madre de cuatro sacerdotes.
(José Manrique)