Yucatán

PROGRESO. Yuc., 11 de enero.- Son las tres de la tarde y una familia de escasos recursos acudió al Centro de Salud del puerto de Chuburná con la esperanza de encontrar el lugar abierto y que estén dando consulta.

Al llegar encuentran la reja cerrada, no hay personal en el lugar, son padre, madre y un bebé de aproximadamente dos años.

El menor presentaba fuerte temperatura y tos, fluidos nasales; el matrimonio no dejaba de lamentarse que el Centro de Salud estuviera cerrado.

“No queda de otra, hay que ir a Progreso”, expresó el padre de familia.

Situaciones de este tipo se viven todos los días en Chuburná, no siempre hay médico de guardia y es necesario trasladarse a Progreso para recibir atención médica, pero otro problema el que enfrentan las familias de la localidad es la falta de transporte, el servicio de taxis colectivos es deficiente, pues sólo hay unos cuantos y las corridas son escasas. Tampoco hay una ambulancia de traslado a pesar de que el Gobierno del Estado donó varias unidades.

La mayoría de los vecinos de esa comisaría son gente de escasos recursos, no cuentan con automóvil, a lo mucho motocicleta, pero realizar el viaje a Progreso en motocicleta es una aventura, sobre todo si se trata de niños enfermos.

Así son las cosas en el puerto de Chuburná, en el olvido están sus habitantes. Sin ambulancia de traslado, sin un Centro de Salud laborando al menos por la tarde, así viven en Chuburná.

Si se trata de una emergencia médica, el traslado es en una camioneta alquilada, cuyo valor asciende a 100 pesos al momento o si no, fiado o a crédito.

El centro de salud de Chuburná luce con buen inmobiliario, solamente eso, apariencia, pero en el interior no había ayer médico.

La falta de galenos en los centros de salud es un problema añejo, solo se espera que en estos días asignen a un médico de guardia o al menos a un pasante para dar servicio a la comunidad y de perdido haya un vehículo de traslado.

(José Manrique)