Yucatán

Pilar Faller Menéndez

“El asunto es el problema; la forma, la solución”.

Friedrich Hebbel

Continúan los intentos de desprestigio de las medidas que se han adoptado para detener el robo de gasolina, llamado “huachicoleo”, término con el cual ya todo el país está familiarizado e indignado.

Lo que indigna son aquellos que quieren todo, a cambio de nada. ¿Por qué los yucatecos se están quejando y diciendo que México está próximo a convertirse en un país como Venezuela? ¿Conocen otra manera de combatir este robo? Es tiempo de aportar, no de desprestigiar a quien hace un esfuerzo y quizá nos cumpla el sueño de erradicar la corrupción de tantos funcionarios por décadas.

Cierto es que algunos lugares de México están sufriendo desabasto, pudiera ser una oportunidad de bajarse de sus automóviles y tomar como medida alterna el transporte público que además de ayudar a su economía, servirá para destrabar el tránsito y contaminar menos.

Queremos todo, pero no estamos dispuestos a dar nada, eso, además de egoísmo convierte a la persona en un parásito que solamente se alimenta de los beneficios logrados, pero no está dispuesto a mover un dedo para erradicar los males que nos aquejan y de encima se burla o los critica.

Hasta el cansancio se ha dicho que las elecciones ya terminaron, y me atrevo a compararlas con una competencia deportiva en la que siempre hay un vencedor ¿criticamos eso? Probablemente no ganó nuestro favorito, pero seguir con los lamentos llega un momento en el que muchos evitamos a las personas pesimistas, que algún día van a detenerse cuando vean los resultados.

El entuerto en el que nos encontramos ha hecho que quienes se están dando a la tarea de desenredar y analizar a conciencia los orígenes de los desvíos de fondos durante la pasada administración que han afectado a todo el país, teniéndonos que apretar el cinturón ya que todas las administraciones públicas trabajan al máximo con lo poco que nos dejaron.

¿Por qué entonces siguen las quejas? La ignorancia es sin duda muy peligrosa. Hablar sin conocimiento de causa solamente deja en ridículo a quien lo hace. Nada se está haciendo en lo “oscurito” ¿conocer la realidad nos molesta? A mí sí, pero soy consciente de que los cambios que queremos tienen un proceso que no es inmediato. Quién tuviera una varita mágica y convertir el México que queremos.

Si no van a ayudar, por favor que no estorben entorpeciendo y difundiendo un ánimo que en estos momentos no necesitamos. Quien no tiene esperanza es una persona desahuciada moralmente.

“Sólo hay dos emociones: el amor y el miedo. Todas las emociones positivas nacen del amor y todas las emociones negativas, del miedo. Del amor fluyen la felicidad, la paz y la alegría. Del miedo nacen la rabia, el odio, la ansiedad y la culpa. Porque no podemos sentir estas dos emociones a la vez, en el mismo instante. Son opuestas. Si tenemos miedo, no nos encontramos en el lugar del amor. Cuando estamos en un lugar de amor, no podemos estar en un lugar de miedo.” Elsa Puncet, de su libro, “El libro de las pequeñas revoluciones”.