Síguenos

Volver

ÚLTIMA HORA

México

Termina el 26 de septiembre con sismo y microsismo: día de intensa actividad

Volver

Yucatán

VALLADOLID, Yucatán, 27 de enero.- Es grande e inmensa la devoción y la fe hacia la Virgen de la Candelaria, ya que para llegar a ella no importan las condiciones físicas, económicas ni de otra índole, ya que el medio para estar cerca de ella no importa, ya sea una silla de ruedas o un par de muletas, lo importante es llegar hacia ella, pues saben que ella pedirá a su hijo nuestro señor Jesucristo.

En la misa del día de ayer, en el recinto ferial, se pudieron ver a estas personas con capacidades diferentes presentes en la misa de nuestra señora de la Candelaria, en entrevista, nos mencionaron lo siguiente.

Juan Diego Cahuich Uc, quien es de la colonia Emiliano Zapata, que llegó ayudado por sus muletas menciono: “con todo el esfuerzo que hice para llegar aquí no importa, pues le tengo mucha fe a la virgen de la Candelaria, desde que era niño le tenía mucha devoción a la linda virgencita. Y hoy que soy grande, a pesar de mis carencias físicas para transportarme, siempre vengo a venerar a la virgen, porque sé que es muy milagrosa y a Dios gracias y a ella pues me siento bien a pesar de mis limitaciones para transportarme, gracias virgencita por permitirme vivir”, finalizó diciendo.

Por su parte, Catalino Kahuil Canché y su esposa Victoria Uc, personas muy humildes, mencionaron: “cada año asistimos a la misa de la virgen porque es muy milagrosa, tenemos 6 hijos y a Dios gracias, no hay enfermedad en la casa y hay tranquilidad, nosotros creemos que se debe a la fe que le tenemos a la virgen, desde que éramos niños asistíamos a las festividades a la virgen y hasta hoy que somos grandes seguimos viniendo a venerarla, tanto en su santuario del barrio de la Candelaria así como en otros lugares que la lleven”.

Paula Tuz Dzib mencionó: “tengo 87 años de vida, ayer lo cumplí y desde que era niña veneraba a la virgen, vengo a misa y a sus festividades, creo mucho en la virgen porque es muy milagrosa y hoy, aunque en mi silla de ruedas, mi hijo Mariano Gómez Dzib me hizo el favor de traerme, porque sabe que venero mucho a la virgencita y él también es devoto de la virgencita de la Candelaria”.

(Manuel Vázquez Rivero)

SIGUIENTE NOTICIA

Yucatán

Desaparecidos, cuatro pescadores.