Yucatán

Los brotes de langosta repuntan en ciclos de cada cuatro años y el actual es uno de ellos, aunque el trabajo permanente que se lleva a cabo para su combate permite considerar que las mangas del insecto están bajo control y con ello evitar daños a cultivos, manifestó ayer el presidente del Comité Estatal de Sanidad Vegetal, Nicomedes Víctor Carlos Castillo Díaz.

Explicó que la presencia del acrídido en cielos y áreas verdes de la costa progreseña y de Mérida son rezagos que quedaron de las mangas que fueron fumigadas en áreas cercanas a los litorales y otras partes de difícil acceso para su combate.

Hizo notar que los saltamontes tienen un proceso de migración en dos etapas: la primera, de Poniente a Oriente, que abarca los meses de marzo hasta octubre, y la segunda, de octubre a febrero, que se genera de Oriente a Poniente, y es la que se registra ahora.

Colaboración de todos

El especialista añadió que, en la primera etapa, por el hecho de haber importantes ciclos de producción en el campo participan activamente los productores, pero en la segunda fase, cuando no hay tantas cosechas, la colaboración de los productores disminuye y prácticamente se deja todo el trabajo al gobierno y al Comité.

En ese sentido, reiteró la invitación a los diversos productores del campo para que participen en el combate del saltamontes mediante reportes a las autoridades de las mangas, permitir el acceso a las brigadas a superficies privadas para poder aplicar la fumigación, entre otras actividades.

Castillo Díaz indicó que se tienen establecidos convenios con Ayuntamientos y con asociaciones de productores para llevar a cabo un trabajo de colaboración en el control y combate de la langosta.

Aunque subrayó que el insecto está bajo control actualmente, si no se hace un trabajo adecuado y permanente puede haber riesgos de reproducción masiva y, con ello, probables afectaciones a cultivos.

Químicos tóxicos

Señaló que muchas veces la gente se pregunta por qué no se combate a las mangas cuando se encuentran en la ciudad y centros de población; la explicación es que se cuida la salud de las personas, ya que en la fumigación se utiliza un producto químico que puede resultar nocivo para el ser humano.

También se tiene cuidado o se evita fumigar en lugares donde hay apiarios y granjas porcícolas y avícolas.

Apuntó que los recientes trabajos de fumigación se han registrado en montes y áreas abiertas de Motul, Progreso, Dzilam de Bravo y Mérida.

Subrayó que este período es un año cíclico y, pese a ello, no hay tanta presencia de las langostas como resultado del trabajo realizado en temporadas pasadas.

Explicó que, por las condiciones del clima y la vegetación, la zona Oriente del Estado es donde brota el insecto y abarca las comunidades de Dzonot Carretero, Tizimín, Sucilá, Panabá, Cenotillo y Buctzotz.

Los principales cultivos que depreda el acrídido en el Estado son: maíz, sorgo, frutales y plantas nativas como ramón, jabín y pixoy, por mencionar algunas.

En el 2004 la langosta causó severos daños en Yucatán en extensas siembras de maíz.

(Rafael Mis Cobá)