Yucatán

El proyecto “La Opinadera” es un ejercicio de participación ciudadana, no sólo para planear los espacios públicos con base en las necesidades reales de la gente, sino también para que los propios vecinos se conozcan y aprenda a hacer ciudad.

Este proyecto es impulsado por el colectivo Asambleas Ciudadanas, en conjunto con la Licenciatura en Diseño del Hábitat de la UADY, así como las organizaciones de vecinos, por ejemplo, del Fraccionamiento Las Américas, donde recientemente se realizó “La Opinadera”.

Adrián Gorocica, de Asambleas Ciudadanas, explicó que en el trabajo que ha venido realizado la organización desde hace unos 6 años se han podido dar cuenta que la gente muchas veces no tiene suficiente tiempo para participar en talleres de larga duración, por lo que se diseñó “La Opinadera”, que es una especie de espacio itinerante que va a barrios y colonias para conocer de primera mano las necesidades de la gente.

Este tipo de consulta se hace a través de rápidas preguntas a las personas y hasta ahora se han llevado a cabo ya un par de ejercicios en la comisaría de Dzityá y en el Fraccionamiento Las Américas.

“Este ejercicio nos ha servido para conocer las necesidades de la gente en cuanto al espacio público, porque muchas veces la planeación se hace desde un escritorio y no responde a lo que lo pobladores de determinado lugar necesitan”, expuso.

El primer ejercicio que se llevó a cabo en Dzityá, comentó, sirvió además para la elaboración del Programa de Desarrollo Comunitario de la comisaría y después para la elaboración que lleva a cabo el Ayuntamiento de Mérida del Programa de Desarrollo Parcial.

Este ejercicio de participación ciudadana se hace con los estudiantes de la Licenciatura en Diseño del Hábitat y con el objetivo también de buscar datos que muchas veces no se encuentran en otras fuentes.

“Para nosotros es importante saber qué quiere y qué necesita la gente y para poder hacer un diseño que ellos necesiten”, señaló.

Silvia Chí Cervera, profesora de la licenciatura señalada e integrante del Colectivo Asambleas Ciudadanas, dijo que una vez con la información que permite saber lo que la gente necesita en determinado espacio público, se hace un diseño que se cristaliza en otro evento que se denomina “Festival de la calle”.

Se trata de que en un espacio de 12 horas se pueda implementar un proyecto de participación e intervención de un espacio público, luego de respectivo diseño, con la participación de los pobladores del lugar y de patrocinadores.

Bajo esta lógica, comentó, se llevó a cabo ya la intervención de un espacio, en el parque de la comisaría de Dzityá y antes en Manzana 115 y en próxima fecha por definir del mes de noviembre, se llevará a cabo otra más en un parque del Fraccionamiento Las Américas.

“Hablamos de un proyecto diseñado por los estudiantes de la Licenciatura en Diseño del Hábitat, pero respetando el diagnóstico y las necesidades de la comunidad”, expresó.

Comentaron que la idea es poder también implementar las transformaciones necesarias que generen reflexión en las autoridades porque es una forma de mostrar que los vecinos sí se pueden organizar.

César Rovelo Basteris, profesor de la Licenciatura en Diseño del Hábitat e integrante de Asambleas Ciudadanas, expuso que además de la transformación que se puede observar en el Festival de la calle, detrás de ello hay un proceso en simultáneo de transparencia porque se debe rendir cuenta de los fondos y las donaciones que se reciben.

Además, es una forma de poner en práctica el conocimiento y las herramientas que adquieren los estudiantes en las aulas. Destacó en este sentido el trabajo de organización entre los vecinos, la academia y las organizaciones de la sociedad civil.

Gorocica expuso que este ejercicio muestra la necesidad de abrir espacios de participación, pero que tomen en cuenta el punto de vista y las necesidades de la gente. Se muestra, dijo, que se trata de un ejercicio exitoso.

Expuso que a futuro sería muy bueno, por ejemplo, que el Ayuntamiento de Mérida implementara una bolsa de recursos en la que pudieran participar los ciudadanos con proyectos vecinales para las colonias o barrios, así como se hace una convocatoria para proyectos en materia de cultura.

Dijo que también se trata de una especie de empoderamiento de la gente, porque se trata todo esto de un tema político, en el sentido de la convivencia y las necesidades de la población.

“Es algo así como una pedagogía de lo urbano y que la gente sepa que cuanto está haciendo este tipo de acciones está haciendo política en el sentido de todo lo que tiene que ver con la ciudad”, expuso.

Francisco Tejero, del Comité de Vecinos del Fraccionamiento Las Américas, expuso que este ejercicio sirve también para que los vecinos se conozcan y con ello se fortalece el tejido social, además de que contribuye a mejorar la calidad del espacio público.

Dijo que se trabajará con el Festival de la calle en el próximo mes de noviembre, para intervenir un parque que está en la calle 112 por 49-F y 49-E.

(David Rico)