Arzobispo culmina visita a San Bernardino de Siena

VALLADOLID, Yucatán, 14 de octubre.- El día de ayer en la misa de las 11 de la mañana que concelebró con los sacerdotes Ernesto Navarrete Yam, Párroco de San Bernardino; y Felipe Canul, vicario, se despidió de la feligresía de la Parroquia tras su visita pastoral , el Arzobispo Mons. Gustavo Rodríguez Vega, ante una feligresa nutrida en el templo.

En su homilía dijo lo siguiente: “Hermanos sacerdotes, hermanas religiosas, hermanos en general, todos muy queridos en Cristo Nuestro Señor. La palabra de Dios hoy nos habla de la gratitud y yo quiero agradecer al Padre Ernesto, al Padre Felipe y a toda la gente que me recibió, que platicó conmigo, que me dieron sus opiniones que en cualquier forma se acercaron a mí, porque e estuvieron rezando por el éxito de esta visita pastoral”.

“La primera lectura nos habla de un acontecimiento que sucedió 700 años antes de Cristo. El pueblo de Israel había sido deportado en casi su totalidad a Siria y entonces resulta que un general indio llamado Manha le cayó la lepra y tenía llagas en todo su cuerpo y entonces una criada que era israelita le dijo, si mi señor fuera a ver al profeta de Israel quedaría curado de su enfermedad y este hombre va con el rey y le dice mira lo que me cuenta mi sirvienta, mi esclava me dejas ir”.

“Claro que sí y llévate regalos para el rey de Israel. Este hombre llega y le pide al rey que lo cure de su lepra y el rey de Israel se enoja y le dice no que crees que soy Dios, vienes buscando pretexto para la guerra y entonces lo regresa, pero entonces el profeta Eliseo le manda decir al rey porque le contestaste eso, dile que venga y sabrá que hay un profeta en Israel y le mandan decir báñate siete veces en el río Jordán y este hombre se enojó ya se iba a ir pero sus compañeros le dijeron ya veniste hasta aquí que te cuesta bañarte”.

“Y al bañarse en el río Jordán quedó limpio de su lepra. Fíjense bien, 700 años antes de Cristo ahí en el río Jordán bautizó Juan a Jesús y anuncio el nuevo bautismo y sabemos que el bautismo nos ha borrado el pecado original y nos da la oportunidad, nos abre la puerta de las veces que sea necesaria. Este hombre quedó muy agradecido que todos los regalos que traía se lo quiso dar, pero no acepto por más que le insistió. Mahna no aceptó los regalos porque esto indica que Dios lo había curado pues es el único que cura”.

(Texto y fotos: Manuel Vázquez Rivero)