Yucatán

De la maldad a la bondad, de la perversión a la salvación

Ariel Sánchez Gómez

En un pueblo como Valladolid, donde las buenas costumbres, la tranquilidad y la organización en cuanto a la economía familiar, parecían ser lo cotidiano y el disfrute de todas las familias, hace algunas décadas, que surgiera un lugar conocido como “la casa de citas de X-corazón”, por supuesto que causó mucho revuelo, y no era para menos la creación de un prostíbulo que vino a romper esa quietud, esa paz y la seguridad de los habitantes, les inquietó mucho; ya que cuentan que los caballeros de esa época que tenían sus guardaditos o ganaban muy bien en la producción del chicle, acudían continuamente a embriagarse, además de sentirse atraídos por la belleza de las mujeres que se prostituían en ese lugar, el cual contaba con 15 habitaciones, donde la mayoría de ellas se utilizaban para ejercer el oficio más antiguo del mundo y las otras eran para que vivieran las muchachas antes mencionadas.

Dicen las personas que supieron de ese lugar que funcionó por muchos años, que aparte de los grandes excesos que allí se daban, también se realizaron abortos entre las bailarinas y las mujeres que intimaban con los clientes. Comentan que las autoridades de esos tiempos nunca hicieron o quisieron hacer algo para evitar estos desmanes que alteraban y causaban incertidumbre entre las familias locales.

Agregan a lo anterior que se supo de al menos tres fallecimientos en fechas diferentes que se dieron en el interior de este prostíbulo: un caso dicen que murió en una riña con otro cliente que le dio un disparo, otro dicen que dejó de existir desangrado porque una mujer de las que allá trabajaban, le enterró un cuchillo tratando de defenderse, y el tercero de estos hombres falleció de un infarto al estar en un cuarto con una de ellas. Las mujeres de ese tiempo consideraban y llamaron a ese lugar como “La Casa del Demonio”, por todo lo que allí sucedía.

Después de ser abandonado por mucho tiempo, más de 40 años y porque algunos afirman haber visto fantasmas en dicho lugar, las autoridades se lo donaron a la Iglesia católica, donde se construyó una capilla a la que llamaron “La Casa de la Cristiandad”, donde se ofician misas los domingos y los sábados se dan clases de catecismo y se organizan otras actividades, de igual manera se realizan dinámicas de jóvenes y adultos, retiros, etc.

Otra anécdota que cuentan es que, en uno de esos retiros, uno de los participantes se ahorcó en el cuarto 7 y los que han permanecido en el mismo, afirman haber visto su fantasma, por lo que nadie quiere quedarse en ese espacio.

Como en las noches este lugar permanece desierto y en penumbras, algunos vecinos que pasan muy cerca del edificio, aseguran escuchar voces y ver sombras que se desplazan por sus patios y otros lo evaden, pues anteriormente los han asustado personajes sin rostro.

Cierto o no cierto, y para todo aquel que quiera corroborar lo anteriormente descrito, pueden ir a este lugar cuando entre la noche, en estos días de finados cuando más se dan estas apariciones.