Yucatán

VALLADOLID, Yucatán, 18 de octubre.- En el marco de las celebraciones en honor al Santísimo Sacramento, ayer entró el Gremio de Plateros en la iglesia parroquial de San Servacio de esta ciudad, gremio fundado en 1893 y lo conforman personas que trabajan el oro.

En años pasados, la platería tuvo su auge y buenos tiempos porque todo estaba barato, además no se fabricaban prendas a máquina, todo era hecho a mano; ahora es distinto, la mayoría de las alhajas son elaboradas en Monterrey y Guadalajara, donde están las grandes maquiladoras de estas prendas de oro, y a partir de ese momento la platería decayó en esta ciudad y en muchos lugares donde se fabricaban las alhajas a mano.

El presidente de este gremio en esta ocasión es el Sr. José Echeverría Llanes, quien dijo que entrega el gremio con mucha alegría, fe y devoción, que en varias ocasiones ha entregado este gremio de su trabajo, ya que él desde joven era platero, la devoción al Santísimo Sacramento es lo que hace que este gremio permanezca porque casi ningún compañero lo quiere recibir; anteriormente, hasta sorteado se hacía para ver quién lo recibía y ahora casi nadie lo quiere recibir.

Una de las razones es el costo y los trajines que se tiene que realizar, ya que la platería en esta ciudad como siempre se ha dicho, ha decaído demasiado, los que estamos en este trabajo solo nos dedicamos a realizar reparaciones de alhajas, la mayoría de las prendas vienen ya elaboradas en fábricas.

“Para que este gremio no desaparezca o decaiga, una de las soluciones es —como se ha dicho en repetidas ocasiones— que lo reciban los dueños de joyerías de esta ciudad, ya que de alguna manera ellos viven de la venta de alhajas, pero hasta ahora no se interesan; me acuerdo que antes hasta los dentistas participaban en los gremios”, dijo el Sr. Echeverría.

El gremio partió a las 12 horas del domicilio del presidente, sito en la calle 43 No. 225 x 60 y 62 del barrio de Bacalar y se encaminaron rumbo a la iglesia, este gremio recibió mucho apoyo de su familia y demás familiares, y los pocos compañeros que todavía se interesan por su gremio y que lo acompañaron.

(Manuel Vázquez Rivero)