Yucatán

PROGRESO, Yucatán, 18 de octubre.- Muchas personas, con el paso de los años desde nuestra infancia, nos hemos sentido atraídos por el mar, donde desde los 10 años a mis 74 años siendo pescador, donde comencé, aunque en mi juventud fui marino mercante, con el paso de los años volví a ser ribereño.

Don Eugenio May Uicab, conocido como “Chilip”, pescador de ribera de la vieja guardia, quien a sus 74 años de edad asegura haber nacido para ser hombre de mar.

Recuerdo que a mis 10 años comencé a estar en la pesca, en aquellos años en los botes de vela, en la ribera del puerto, pero cuando estaba en el mar soñaba con subir a un barco grande donde pudiera viajar y conocer parte del mundo.

Cuando fui creciendo mi ilusión se cumplió cuando a los 18 años conseguí embarcarme en un buque mercante, en aquellos años no era tan difícil ser embarcado, donde estuve navegando por más de dos décadas, conociendo parte del mundo, haciendo lo que me gustaba, navegar, en mi etapa de marino mercante.

Con el paso de los años mis papeles en regla logré subir a plataformas, donde también conocí otro tipo de actividad laboral en el mar, debido a que los marinos no debemos estar mucho tiempo en tierra, es como si nos hubiéramos casado con el mar.

En las plataformas estuve poco más de una década, regresé a casa y de nuevo fui pescador, pero en los barcos que tardan de 15 a 20 días en altamar.

Pero los años no pasan en vano, debido a que el cuerpo se cansa, va tomando en cuenta que el tiempo no perdona, por lo cual dejé de realizar jornadas en altamar y desde entonces soy pescador de ribera.

Soy un pescador activo, en realidad no puedo quejarme, porque gracias a la pesca he sacado adelante a mi familia, ahora en temporada de pulpo, a pesar de mis 74 años, continúo en la pesca, donde salgo a realizar mi trabajo, como siempre en el mar, debido a que desde mi perspectiva el marino no se retira, mientras haya salud que te permita realizar esta trabajo que desde la ribera, en la marina mercante, en las plataformas, en el barco pesquero, es una actividad ruda a la que estamos prácticamente acostumbrado, igual que otros pescadores que quedamos de la llamada vieja guardia.

El Creador me ha dado la oportunidad de ser un hombre de mar, muchos como yo comenzamos en este trabajo, aún recuerdo a los veteranos de mi época, entre estos Angel Vázquez Mendoza, que fue pescador, después marino naval militar y actualmente patrón de costa, también Daniel Uicab Chan, al igual que Aurelio Lira Osorno, que primero fueron pescadores y después patrones de costa y actualmente propietarios de embarcaciones, pero siguen realizando trabajos relacionados con el mar.

Muchos han fallecido, cuando el mar está bravo acostumbro a orar a Dios, me escucha y me cuida y no he tenido experiencias difíciles que pongan en riesgo mi existencia, creo que aún hay “Chilip” para rato; mi apodo me lo pusieron porque siempre he sido delgado, como los chilibes de las plantas de coco.

Como adulto mayor no puedo quejarme de mi trabajo, por los vivido en la marina mercante y plataformas es bastante el tiempo en el cual te ausentas de casa, cuando nacen tus hijos a veces no estás para verlos, cuando te das cuenta ya son niños, después adolescentes y luego adultos, pero es el precio de ser marino, porque el trabajo es lejos de la familia y de casa.

Desde luego mi reconocimiento a mi esposa que aun con los años continúa cuidando a la familia, hoy todos adultos, aunque ahora con la pesca de ribera mis ausencias son limitadas.

A Dios gracias estoy alejado de los vicios, como es el alcoholismo y las drogas, a los pescadores jóvenes les aconsejaría que se acerquen más a Dios, que cuiden el producto de sus ganancias, que piensen en la familia, que lo que obtienen del producto de su trabajo lo compartan con sus seres amados.

Que se preocupen por contar con una casa para la familia, para la educación de sus hijos, la juventud no es eterna como quisiéramos, los años pasan, cuando menos lo esperamos, como en todo trabajo, los años pasan y, desde luego, cuando hay tiempos difíciles la pesca se paraliza, como sucede ahora que nos está afectando un norte y después vienen más en esta temporada de estos fenómenos hidrometeorológicos.

(Julio Jiménez Mendoza)