Pilar Faller Menéndez
Hace 81 años, la noche del 30 de octubre de 1938, millones de radioescuchas que sintonizaban en sus radios la transmisión de CBS, entró en pánico ante la narración de la invasión de unos marcianos asesinos y despiadados. Se trataba de Orson Welles que inspirado en el libro “La guerra de los mundos” de H.G. Wells, decidió transmitir lo que él consideraba radioteatro en el cual narraba que los extraterrestres habían aterrizado en Chicago y en St. Louis, Missouri, y que estaban aniquilando y envenenando el aire con gases tóxicos así como otros terribles actos.
Fue solamente durante la introducción del programa que se explicó que se trataba de una dramatización de la novela citada. Después del primer corte Welles quiso darle mayor credibilidad a su narración retomando ésta durante una supuesta emisión de una orquesta que se encontraba en el Hotel Meridian Plaza de Nueva York, en la cual Ramón Raquello cantaba el tema “Stardust”, cuando interrumpió dicha emisión y dijo: “Damas y caballeros, tengo que anunciarles una grave noticia. Por increíble que parezca, tanto las observaciones científicas como la más palpable realidad nos obligan a creer que los extraños seres que han aterrizado esta noche en una zona rural de Jersey son la vanguardia de un ejército invasor procedente del planeta Marte”.
Gran parte de los radioescuchas se perdieron el inicio del programa, en el cual Welles explicaba que se trataba de una transmisión de radio teatro, por lo que aproximadamente un millón de personas entraron en pánico al creer que lo que se estaba narrando era cierto y estaba sucediendo.
El pánico hizo que muchos trataran de huir en sus automóviles, y otras personas pedían a la policía desesperadamente máscaras de gas. El pánico se esparció por las calles y llegó a los estudios de CBS, y Welles, quien en ese entonces contaba con 23 años y quien no midió el efecto que estaba causando su narración, tuvo que aclarar a los oyentes de que se trataba de ciencia ficción, lo que no hizo en los intervalos de su llamado radio teatro.
Este acontecimiento llegó a la Comisión Federal de Comunicaciones que investigó el caso, pero desgraciadamente no encontró ninguna ley que se hubiera quebrantado, a pesar del daño que había infligido en miles de ciudadanos que entraron en pánico. Parecía ser que Welles estaba por terminar con su corta carrera, pero contra todos los pronósticos, fue contratado tres años después en Hollywood para dirigir, escribir, producir y protagonizar la que es considerada una de las mejores películas de todos los tiempos: “Ciudadano Kane”.
La transmisión radiofónica de Orson Welles, a 81 años de haber ocurrido, es considerada una de las más grandes “fake news” de la historia de la radio, a pesar de que estudios recientes sugieran lo contrario. Este hecho fue considerado como uno de los momentos más grandes de la historia de la radio.
Esta famosa transmisión en un extracto decía: “Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de baile para comunicarles una noticia de última hora procedente de la agencia Intercontinental de Radio. El profesor Farrell del Observatorio de Mount Jennings de Chicago reporta que se ha observado en el planeta Marte algunas explosiones que se dirigen a la Tierra con enorme rapidez… Continuaremos informando”.
Eran las ocho de la noche, y Orson Welles informaba que un astrónomo había divisado una llamarada azul que salía de Marte, fue así como Welles adaptó el guión de la obra más emblemática del novelista inglés H.G. Wells a un formato radiofónico con el fin de crear una historia que pareciera real para transmitirla en radio en su programa “On the Air” (En el aire) de la CBS.
Debido a que las interrupciones durante el programa eran más frecuentes, el alarmismo fue creciendo por lo que se estima que aproximadamente la audiencia era de doce millones de personas, muchas de las cuales abandonaron sus casas y colapsaron carreteras.
“Señoras y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado... ¡Espera un minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. Alguien... o algo. Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos... ¿Son ojos? Puede que sean una cara. Puede que sea…”
Puede que sea la mentira más aterradora que vivieron miles de personas, bajo una narración falta de ética e imprudente que lejos de ser castigada, lanzó a la fama a su autor, en vez de ser castigado, una vez más por carecer de una ley contra este tipo de eventos que siembran pánico. Esta transmisión ha pasado a la historia por haber logrado que la audiencia la considerara como una realidad. Algo que puede ser considerado como terrorismo mediático.