“El Altar de Janal Pixán no tiene que llevar mucho; de nada sirve ponerle un montón de cosas si no rezas y esa era la costumbre de los pueblos al poner el desayuno, el almuerzo y la cena, inmediatamente está comenzando el rezo y no es sólo amontonarlo, sino recordar al difunto, al familiar, con una oración”, destacó ayer la investigadora de la Unidad de Ciencias Sociales del CIR de la UADY, Hilaria Maas Collí.
La especialista participó ayer en la Muestra de Altares que se llevó a cabo en el Centro Cultural Universitario de la UADY y señaló que, lo importante del evento, es “revivir nuestra cultura, de hacer las cosas no sólo por ser concurso, sino que se haga también en las casas y lo elemental es recordar a la persona a la que le estamos poniendo las ofrendas, no tanto que haya un montón, sino que darlo con cariño”.
Dijo que, si bien lo que se pone en el altar muchas veces depende de la economía de las familias, hay algunos elementos que no pueden faltar como una cruz, la vela, el incienso, pero sobre todo el rezo.
Expuso que muchas veces en los concursos se ponen un montón de cosas, hasta mestizas torteando y se quiere representar a una familia, pero lo cierto es que en las casas no se pone mucho, es muy sencillo, y lo que no falta es el rezo, que es la forma de recordar al difunto.
Tradición viva
“No hace falta tanto, muchas veces quieren representar una familia, pero no es tan necesario. Tenemos una tradición que sigue viva, pero no como en los concursos, sino de una forma muy sencilla y con rezos, y también antes llevaba muchos productos relacionados con la milpa”, expuso.
En los pasillos del Centro Cultural Universitario (CCU) se montaron los altares de trabajadores y estudiantes de las diferentes facultades y preparatorias de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
Con velas y flores, los jóvenes marcaron el camino para que las almas lleguen en esta época al mundo material y luego encuentren su regreso al inframundo.
Cerca de mil estudiantes de escuelas primarias y secundarias abarrotaron los corredores para conocer más acerca de nuestras tradiciones, usos, características y fundamentos del Janal Pixán.
También estuvieron presentes visitantes nacionales y extranjeros, quienes quedaron impactados por el colorido de los ternos e hipiles, el achiote de los pibes, la densidad del atole nuevo, el sonido de las rezadoras, en fin, el conjunto de elementos que hacen las particularidades de esta tradición.
“Retratos eternos”
Los jóvenes informaban a los visitantes sobre esta festividad, en la que se reciben las almas de los parientes y amigos que partieron al más allá, pero ahora tienen una cita con sus seres queridos vivientes.
Además, en la segunda planta del Centro Cultural, 28 impresiones que datan de hace más de 100 años muestran rituales mortuorios de la sociedad yucateca con la exposición “Retratos eternos”, que la Fototeca Pedro Guerra de la UADY presentó a los asistentes.
(David Rico)