Yucatán

Jesús nos pide ser mensajeros de reconciliación, esperanza y paz

–Jesús cuenta con nosotros sus ministros para difundir su amor, su verdad, que nos exige dejarnos conquistar por Cristo Nuestro Señor para ser en el mundo de hoy mensajeros de esperanza, de reconciliación y de paz, dijo ayer el padre José Elpidio González Sosa durante la misa de acción de gracias que se celebró en la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima por su aniversario número 50 de ordenación sacerdotal.

–Mi corazón desborda de gratitud. Agradezco al Señor Arzobispo, a su Obispo Auxiliar Pedro, así como también a nuestro Arzobispo Emérito, Emilio Carlos, y a todo el Presbiterio representado por los hermanos aquí presentes, que me han acompañado en esta misa de acción de gracias.

Su Santidad Benedicto XVI nos recuerda que el sacerdocio es el amor del corazón de Jesús. De este corazón ha manado el don de nuestro ministerio sacerdotal, hemos sido consagrados para servir humilde y autorizadamente al sacerdocio común de los fieles, nuestra misión es indispensable para la Iglesia y para el mundo, que nos exige una fidelidad a Cristo. Fidelidad plena. Una incesante unión con Él, buscando constantemente la santidad como hizo el Santo Cura de Ars. Jesús cuenta con nosotros sus ministros para difundir su amor, su verdad, que nos exige dejarnos conquistar por Cristo nuestro Señor para ser en el mundo de hoy mensajeros de esperanza, de reconciliación y de paz. También nos exige una constante formación pastoral. Pero más necesaria es la ciencia del amor que sólo se aprende de corazón a corazón con Cristo nuestro Señor. Él nos llama a partir el pan de su amor. A perdonar los pecados y a guiar en su nombre; por ese motivo no debemos alejarnos nunca de ese manantial de su amor que es su corazón atravesado en la cruz, sólo así seremos capaces de encontrarnos eficazmente con el misterioso designio del Padre que consiste en hacer de Cristo el corazón del mundo. Hermanos, llevamos un tesoro de barro: A pesar de mis carencias, de mis debilidades y límites, no olvido lo que San Pablo nos dice: Todo lo puedo en aquél que me fortalece.

El padre Escalante

¿Cómo puedo olvidar a alguien que me ha acompañado en mi vida, que es la Santísima Virgen María, que es el más puro de los corazones después del de Jesús? Por eso todos los días a mi Señor digo: aquí estoy, hágase en mí tu santa voluntad. Hermanos, hoy de una manera especial he pedido a unos compañeros sacerdotes, desde luego siempre pido por todos, pero hoy pedí por el padre Escalante, quien fuera párroco de esta parroquia; yo estuve recién ordenado de vicario del padre Escalante. Pedí también por el segundo párroco que tuve, pero todavía vive, que es el padre Juanito, Juan Castro, aquí presente, que tiene más de 90 años. Y el padre Alfonso Zapata también, porque de estos tres grandes sacerdotes aprendí mucho, sobre todo el no desperdiciar el tiempo, sino aprovecharlo para servir a la comunidad.

270 años de sacerdocio

Hermanos, hoy recibí una llamada de un hermano sacerdote que felicitaba a todos los compañeros que cumplimos años y mencionaba esos 270 años de vida sacerdotal entre los 7 que cumplimos hoy, entre ellos están el padre Lucio Cetina y Felipe Aké, que cumplen 48 años. Monseñor Pedro Mena y Alejo Huchim, que cumplen 33 años, Rafael Pat 30 y Antonio Tamayo, 28. Y esto, siguiendo lo que el compañero sacerdote me decía, esos 270 años son 3,340 meses y 98,550 días. Esto es realmente muy significativo y me hizo pensar también que a este compañero no lo tronaron en las matemáticas (risas).

Pero a mis hermanos quiero darles las gracias a todos los aquí presentes, especialmente a mis hermanos sacerdotes, y he visto en algunas parroquias donde estuve prestando mi servicio sacerdotal, gracias pues por acompañarme. Pero antes de terminar este breve momento de agradecimiento, no olvidé desde luego a los padres de Maryknoll con los que crecí, no solamente yo sino también muchos de mis hermanos. La vocación. Yo precisamente, por medio de ellos, fui discípulo del padre Escalante, quien fue un miembro de la comunidad de Maryknoll, que fundó a los padres Misioneros del Espíritu Santo, porque hoy cumplen los Misioneros del Espíritu Santo 70 años de ser fundados por este obispo yucateco. Aplausos de todos.

Muchas gracias y también por último nada más recordarles que nuestro Seminario tiene una prepa que este mes de octubre también cumple 40 años de haber sido fundada. Así pues que Dios nuestro Señor los bendiga y que sigan orando por nosotros los sacerdotes, que tanto necesitamos vuestro apoyo. Muchas gracias.

(Roberto López Méndez)