Yucatán

Trabajaban bajo esclavitud moderna

CHAPAB, Yucatán, 18 de noviembre.- El humilde campesino, J.G:C, en plática con esta corresponsalía solicitó hacer público un despido laboral que considera sin fundamento al que afecta a él y otros tres compañeros de trabajo.

Señaló a César Augusto González Magaña, dueño de la empresa “Magarmi Citrus”, como el responsable directo de esta anomalía en contra de él y sus compañeros ya que los tenía bajo esclavitud moderna.

Relató que hace aproximadamente año y siete meses inició sus labores en esa empresa dedicada a diferentes cultivos entre tomates, sandía, calabazas, pepinos y otras variedades y han logrado grandes cantidades de cosechas con la ayuda del ingeniero, Ismael Interián, que labora en coordinación con ellos.

Señaló que sus obligaciones en estos plantíos eran realizar labores de limpieza, chapeo y fumigación usando diferentes tipos de plaguicidas, fungicidas y herbicidas sin el mínimo equipo de protección.

Agregó que siempre le señalaban al patrón esa gran necesidad, pero nunca cumplió con darles las herramientas necesarias, pues la preocupación de ellos es que usaban sustancias altamente tóxicas como lannate, un químico muy peligroso, así como el sulfato sulfúrico el monitor igual el dimetoato.

Indicó que con estos riesgos siempre solicitaban el apoyo para poder tener seguridad social, pero nunca se les brindó lo que consideraban que por derecho y por el trabajo de gran riesgo merecían tener.

Comentó que la semana pasada llegó a los cultivos y los reunió para platicar y enfrente e los otros trabajadores dijo: “Ya no quiero nada con ustedes” y como burla agregó: “Ya que se van estos, los que se quedan si les daré seguro y uniformes”, acotó el quejoso.

Siguió relatando que ante esta actitud cuestionó el porqué de ese proceder y dijo que por culpa de nosotros se han perdido cosechas.

El patrón nos echó la culpa por la baja cosecha y reiteró que ya no teníamos trabajo por la baja producción.

Agregó que en ese momento cuestionó a González: “Llevamos año y medio laborando con usted y ¿se acaba de dar cuenta que no sabemos trabajar? ¿Por qué permitió que el tiempo transcurriera y ahora nos indica que no estamos trabajando bien?, y ¿por qué el ingeniero Interián que es el que trabaja con notros nunca nos señaló lo que hacíamos mal? Todas estas preguntas ninguno pudo responder. Solo repetía que estábamos sin trabajo”.

“Es injusto su proceder pues la producción no depende de nosotros, ese día ni siquiera nos pagó. Fue por eso que le señalé que por su actitud pasaríamos el caso a conciliación y arbitraje”, dijo el trabajador.

“González Magaña pidió que no era necesario, que se podría arreglar que fuéramos a verlo en los cultivos, pero jamás da la cara, solo nos hace perder más tiempo burlándose de nosotros”, aseguró.

Al final dio órdenes al guardia de seguridad que no recibieran nada y a nadie y dijo que a ninguna cita acudirá.

“Ahora con esta actitud estanos atando cabos, pues ellos eran los más antiguos de las 13 personas que laboran para no pagar aguinaldo y liquidación buscó miles de pretextos”, expresó.

“Pensamos que por la antigüedad que llevamos nos despidió, porque le dije en su momento que lo demandaríamos y alegó que señalaría que nos quitó trabajo por negligentes”, indicó.

“Todos esos meses de trabajo nos puso reglas que aguantamos por la necesidad. Al iniciar la entrada era a las siete de la mañana y salíamos a la una de la tarde, luego cambió la salida a las 14:30 horas y el horario de tomar pozole eran al mediodía y nos obligó a que sea las 9:30 a.m. en solo 15 minutos cuando nuestro horario para comer algo era al medio día para aguantar la hora de la salida”, sostuvo.

“Viendo que seguíamos a pesar de esa reglas dijo que saldríamos a las dos y media, nos obligaba a chapear una hectárea sin nada de descanso, que si llegara a ver a alguien descansando se quedaba sin trabajo y sin cobrar el día. Era una esclavitud lo que nos imponía, pero la necesitad nos mantenía”, dijo el campesino con una tristeza que reflejaba su rostro.

Indicó que igual su suegro hace un año fue despedido, impuso la denuncia se le envió notificaciones y hasta la fecha no ha comparecido, tal parece que por su dinero se logra burlar de los pobres.

Concluyó diciendo que los que se quedan a trabajar en ese lugar correrán la misma suerte ante esta persona inhumana que tiene a los trabajadores en una esclavitud moderna.

(Texto y foto: Benito Cerina)