PROGRESO, Yucatán, 2 de noviembre.- Con motivo de la celebración dedicada a los fieles difuntos, la mañana de este sábado se llevó a cabo una misa dedicada a las personas que se nos adelantaron en el viaje sin retorno.
A las puertas del cementerio general se realizó una concelebración entre los Párrocos Oscar Manuel Cetina Vega y Alejandro Rubio Romero, de la Purísima Concepción y San José y de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y San Telmo, junto al Pbro. Aarón Esteban Sánchez Bobadilla, Vicario Parroquial y el Diácono permanente, Melquiades Chan Díaz.
En la primera concelebración realizada por ambos párrocos desde que se hicieron cargo de las mencionadas parroquias, recibieron a centenares de feligreses que acudieron a esta tradicional misa de los difuntos en este puerto.
El Pbro. Oscar Manuel Cetina Vega, dio a conocer en su homilía, que recordamos que la vida no termina con la muerte, simplemente se prolonga en la eternidad. Manifestemos nuestra fe en la vida eterna.
Honrar a nuestros fieles difuntos en estas celebraciones es parte de nuestra iglesia hoy como hermanos estamos en el momento de orar por nuestros seres amados que se durmieron en la esperanza de la resurrección.
Pero también de reflexionar, que ahora que estamos vivos, qué hacemos para ganarnos el cielo, porque ya de muertos nada se puede remediar de lo que no realizamos.
Pero nosotros los vivos hagamos oración por los seres queridos que hoy están en el purgatorio, que bueno es saber que una persona que está en este lugar ha sido salvada por la oración de “Chonita”. Este es el momento de tener en cuenta a nuestros seres amados.
Una iglesia que ora por los enfermos por los ancianos y por los que gozan de buena salud, esta iglesia santa peregrina por toda la tierra, para salvar a las personas que quieren llegar a la vida eterna.
Los feligreses llenaron las calles cercanas al camposanto, donde se instaló el altar provisional para llevar a cabo la misa para recordar a los difuntos.
Pero los hermanos que ya han fallecido, a sus almas y pedir porque logren llegar al cielo, lamentando que exista actualmente una cultura de adoración al símbolo de la muerte, cuando al que se le debe adorar es a Dios, quien es un Dios vivo.
Ahora los feligreses demuestran su fe a través de acciones, ya que al final de nuestros días son las acciones lo único que nos acompañara y las que definirán si merecemos alcanzar la vida eterna con el padre, que nos dará la vida eterna, siempre y cuando conservemos nuestra fe.
(Julio Jiménez Mendoza)