Yucatán

La vida de las abejas, libro abierto del que se aprende mucho

Tres personas que toda su vida han estado en la apicultura y la meliponicultura de la península: doña Nelly Ortiz Vázquez, de Yucatán; don Alipo Puc Teh, de Quintana Roo, y Walter David Tun Villarreal, de Cancabchén, Campeche, relataron ayer para los lectores de POR ESTO! algunos de los secretos que en tantos años han acumulado los apicultores de esta región.

Don Alipo comentó que la vida de las abejas es como un libro abierto del que se puede aprender mucho. Lo dijo así:

“La abeja nos enseña cómo comportarnos, cómo llevar nuestras relaciones interpersonales y cómo llevar una vida en familia. Por ejemplo, en la casa sólo hay una reina, una autoridad femenina, como el caso de la abeja Apis melífera, que tiene una sola reina. Es demasiado sagrada, por eso se considera que el apicultor no debe tener más que una mujer, porque si no, no le va a funcionar su apiario, pues no prospera, hay enjambración y se van, lo abandonan”.

Por su parte, Walter David comentó:

“Yo tengo mis abejas apis melífera, tengo 120 colmenas, pero como son celosas, cuando las voy a ver después de haber visitado a mi novia, se incomodan y empiezan a volar en forma agresiva como si estuvieran molestas. Entonces, tengo que tratar de calmarlas porque, de otro modo, me atacarían. Siempre coincide que cuando fui a ver a la novia, ellas me ven y están molestas. Es que la abeja es femenina. (Walter David envasa con la marca Honey Cah (Mieles del Pueblo)”.

Si no las defiendes, se molestan

Retoma la palabra Alipo:

“Hubo un tiempo en que estuve comprando colmenas de meliponas, y como son caras, una vez que llegué, como mi mujer se molestaba, me dijo:

“Ya para de comprar colmenas, son carísimas y después ni las sabes cuidar.

“No le dije nada ni le hice caso, pero cuando fui a verlas me pegaron una correteada, era la kantzak, de color amarillo blancuzco, que me estaba reclamando porque no supe defenderlas. Es que como son muy sensibles, si sienten que no les vas a dar el cuidado que necesitan, que te falta valor para defenderlas o que no te interesa hacerlo, ya no están a gusto”.

-¿Y qué pasó después?

-Después de eso corretearon a mi esposa y a mis hijos. Otra vez, se estaba peleando conmigo mi hija Frida Beatriz, que es maestra de las Misiones Culturales. Entonces fui a ver a las meliponas y también se volvieron contra mí.

-Pero no pican las meliponas, ¿no?

-No pican, pero si están molestas se muestran agresivas, vuelan alrededor de la cara y la cabeza de uno en montón, y uno tiene que alejarse.

Se crean vínculos

-¿Por qué pasa eso?

En esta parte, responde doña Nelly Ortiz Vázquez, directora de Abeja Planet y Coordinadora del Festival de la Miel que con entrada gratuita se realizará hoy de 9:30 a 14:30 horas en el Centro Cultural Olimpo:

-Es que se crean vínculos con ellas. Se dan cuenta de cómo te sientes, si tienes miedo, si estás tranquilo, si no les vas a hacer daño, si eres una persona respetuosa y leal o no lo eres, y si lo eres, están a gusto, si no, se molestan.

Y Walter David Tun Villarreal asegura:

-Sí sucede ese vínculo que dice doña Nelly: Mi abuelo Donato Villarreal Quituk, que murió hace 14 años, tenía 80 colmenas y como uno de sus primos le ayudaba mucho a cuidarlas, le dijo que cuando falleciera le iba a dejar de regalo 5 colmenas. Pero cuando se murió, su hijo mayor se mostró egoísta y dijo:

-Yo me voy a quedar con todas las colmenas.

Sin embargo, por la intervención de otros familiares, se vio obligado a ceder y a dar al primo de su papá las 5 colmenas que le regaló. Entonces en 3 o 4 meses, las colmenas del abuelo con las que se quedó su hijo se fueron yendo, y se fue quedando sin nada, porque las abejas no estaban a gusto con él, pero las colmenas del primo estaban a gusto y fueron haciéndose más.

-¿Y las abejas meliponas también tienen una sola reina?

-No, ésas toleran que haya hasta 5 reinas en una colmena, tal vez porque así se preparan para asegurar la vida de la colmena.

Defensividad natural

All llegar a este punto, don Alipo relata:

-A mi papá no le gustaba que yo fuera a la milpa, porque era torpe para eso, pero sí me dejaba entrar a su apiario desde que era chico. Y me decía:

-Contrólate porque las abejas sienten tu miedo, son sensibles, siempre están en alerta.

Y dice doña Nelly:

-Para ellas, hasta nosotros los apicultores y meliponicultores somos intrusos, por eso tenemos que ser muy cuidadosos. No es que sean agresivas, sino es por su defensividad natural que se activa cuando se sienten agredidas.

-¿Cuántos productos derivados de la miel hay? –preguntamos.

Y contesta doña Nelly:

-Son 6: miel, polen, propóleo, jalea real, apitoxina y cera de abeja

-¿Para qué sirven?

Para embarazarse

Aquí, don Alipo nos ofrece un poco de la sabiduría maya ancestral:

-Tienen varios usos tradicionales. Por ejemplo, para preparar a la mujer que no puede embarazarse: Si una mujer está en esa situación, basta con que consuma miel con polen durante 3 meses para que se embarace.

-¿Por qué, a qué se debe?

Contesta doña Nelly, quien ha sido apicultora desde los 8 años:

-Es algo natural, porque la abeja tiene que ver con la fecundación.

Ya no se exporta

También nos relata doña Nelly que ya prácticamente no hay exportación de miel, por el bajo precio, lo que ha llevado al productor a vender directamente su miel de diversos tipos de floración bajo diversos tipos de envasado. Es un proceso lento, pero se recupera lo que se invierte.

Por eso, precisamente, el Festival de la Miel se hace para tener un lugar donde puedan vender sus productos y donde se pueda, al mismo tiempo, hacer saber a la gente los diversos beneficios para la salud, es decir, preventivos de enfermedades, que tienen tanto la miel como sus derivados.

Para hacer conciencia

En esta parte, la promotora cultural Alicia Oyuki, quien nos facilitó la entrevista, nos dice:

-Y también sirve para hacer conciencia de que hace falta cuidar la floración, y para restablecer la importancia que tiene Yucatán como primer productor de miel en la república.

(Roberto López Méndez)