El Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Hoteles en Yucatán (AMHY) manifestó ayer su rotundo rechazo al impuesto de 35 pesos diarios por ocupación de un cuarto que pretende imponer el Gobierno del Estado e hizo un llamado a los diputados locales a no aprobar ese gravamen.
En conferencia de prensa encabezada por el presidente del organismo, Héctor Navarrete Medina, resaltó que el impuesto denominado “para la preservación ecológica” representaría un retroceso para impulsar la actividad turística en el Estado porque desalentaría la visita de turistas, dañaría la operatividad de los hoteles y fomentaría la informalidad.
Dijo que sólo faltaría que el gobierno estatal imponga impuestos para abrir las ventanas de los cuartos para que los huéspedes respiren aire o incluso fijar gravámenes hasta para utilizar la regadera del baño.
Enojo generalizado
Acompañado por el pleno de consejeros de la AMHY, Navarrete Mejía recalcó que desde el principio manifestó su rotundo rechazo a la intención de ese impuesto, así que son falsos algunos comentarios que surgieron de que la Asociación avala ese impuesto.
Expuso que hay un enojo generalizado del gremio hotelero porque la actividad del ramo ha sido afectada de manera reiterada y, como ejemplo, citó que el año pasado el gobierno estatal aumentó en un 100% la cuota de entrada a Chichén Itzá para los extranjeros y ello ocasionó una disminución de visitantes, aunque para el gobierno representó un ingreso anual de 380 millones de pesos, pero que lamentablemente no se ha visto en mejorías para el turismo en general.
Agregó que, por si fuera poco, el sector hotelero se ha visto afectado en los últimos meses por baja ocupación, atribuible a una deficiente promoción del Estado.
Señaló que con más impuestos las utilidades de los negocios disminuirán y, en consecuencia, disminuirán las inversiones con el riesgo de frenar metas de crecimiento que se habían planeado y que ahora se verán truncadas.
Contratos pactados
Sostuvo que aplicar un impuesto de 35 pesos por habitación al cliente por el simple hecho de dormir generará inconformidad y reducirá la ocupación, particularmente en hoteles de dos a cuatro estrellas.
Navarrete Medina recordó que para hacer frente al aumento de energía eléctrica y otros insumos utilizados en la actividad se había considerado desde años atrás ajustar las tarifas, pero con un impuesto como el que se pretende sencillamente será imposible hacerlo.
Puntualizó que los hoteleros enfrentarán asimismo otros problemas con los operadores y agencias debido a que en muchos casos se tienen ya establecido contratos hasta para el 2021 con precios actuales, lo que representará más pérdidas.
Dijo que si se aprueba ese gravamen no sólo no habrá crecimiento en la actividad, sino que incluso se evitará generar más empleos y, en su caso, hasta despedir a algunos para hacerle frente a la operatividad.
Añadió que un nuevo impuesto se sumaría al del 3% que se aplica sobre hospedaje desde hace 10 años y del IVA del 16 por ciento.
Hizo notar que este tipo de impuesto se aplica actualmente en Quintana Roo y Baja California para saneamiento de playas, pero Yucatán no se puede comparar con esos lugares porque localmente tenemos otras condiciones y el tipo de turista que viene es diferente.
Finalmente indicó que, además, el impuesto que se pretende imponer será de libre disposición para el Gobierno del Estado y no precisamente para la actividad turística, de tal manera que no se sabe el destino que se le dará.
(Rafael Mis Cobá)