Yucatán

'El Caminante Guadalupano” cumple su manda de fe

CANSAHCAB, Yucatán, 12 de diciembre.- Don Isidro Poot, conocido popularmente como el “caminante guadalupano”, “tío” o “pollera”, la noche de ayer fue recibido por muchas personas, quienes lo acompañaron en sus últimos pasos de fe hasta el altar de la Virgen, a la cual le dio gracias, culminando con esto su promesa –por segundo año consecutivo.

Cerca de las 6:00 horas, decenas de personas acudieron al municipio de Suma para acompañar a don Isidro en los últimos kilómetros hasta su meta. En el recorrido estuvo custodiado por oficiales, ya que varios motociclistas, personas a pie y en vehículos, formaron parte de la caravana.

En el pueblo, más personas esperaban con ansias la llegada del señor, incluso se transmitió en Facebook la cantidad de kilómetros que le faltaban; todo el pueblo tenía a don Isidro en sus conversaciones.

Al llegar al primer tope del municipio, el “caminante guadalupano” fue recibido por cientos de antorchistas de municipios cercanos, al igual que personas de esta localidad, quienes acompañaron sus últimos pasos de fe.

El centro del municipio estaba abarrotado por cientos de personas que esperaban el arribo del “tío” Isidro, quien se ganó el respeto y es un símbolo de fe para los católicos.

Al llegar al centro, dio la vuelta al primer cuadro del poblado y se dirigió a la parroquia, ahí se formó una valla humana. El rostro de don Isidro reflejaba cansancio, sin embargo, de sus ojos emanaba alegría; incluso con una lesión en la rodilla, subió los escalones de la parroquia y se dirigió al altar.

Al llegar, bajó su pesada carga y se arrodilló a los pies de la Virgen, agradeciendo que pudo completar su promesa. Posteriormente, mientras el mariachi tocaba, don Isidro recibió muestras de cariño y aprecio por parte de sus familiares y amigos. De igual manera, estuvieron presentes antorchistas de Telchac Pueblo, Tekantó, Las Coloradas, entre otros.

Más tarde, don Isidro continuó su recorrido hasta la comisaría de Santa María, culminando en la Capilla de Guadalupe, donde más personas lo recibieron con muestras de cariño y aprecio.

(Texto y fotos: Pastor Palma)