Yucatán

Patrimonio incalculable

Eliseo Martín Burgos

Cuando el dramaturgo y humorista francés Paul Scarrón iba a contraer nupcias con la noble y acaudalada madame D’Avigné, le preguntaron con qué dote aseguraría el futuro de su esposa, respondió:

–Con la inmortalidad, señores, ya que siempre la reconocerán como la esposa de Scarrón.

El hombre de letras no se equivocó, ya que la dama pasó a la historia con el apellido ilustre, porque, aunque fue amante del rey Luis XIV, en cuya corte se le conoció como madame Maite non.

Antología del Chascarrillo

Segunda Epoca