Roldán Peniche Barrera
Yucatán Insólito
Hoy ofrecemos otra de las frases netamente regionales, de acuerdo con nuestro mero modo de hablar. Se trata de la muy usual: “Con todo y que le di… etcétera.
Es frase de reproche. Como que se le ofreció una oportunidad a un fulano y éste la despreció o no la tomó en serio, redoblándose sus problemas.
Ninguno de nuestros diccionarios la registra, quizás por su largor o por ser demasiado popular. Siempre se usa como parte de una conversación aludiendo a una tercera persona que es el sujeto principal.
Vamos a un ejemplo:
-¡Tío Pascual, tío Pascual!
-No me vengas con tanto grito, Pito y dime qué diablos quieres.
-¡Ay, tío! Tú sabes lo que quiero y no me lo das.
-Ni sé lo que quieres ni te lo daré.
-¿Viste? Te lo dije. Pa’gastar palabras.
-¡Espéate! Tú lo que quieres es dinero, ¿estoy mal?
-Pos eso mero, tío… ¡Pachocha! Ando frío.
-Me lo imaginaba, pero te conozco que no devuelves la plata…
-Responde por mí el patrón, el Dr. Peniche…
-Ni que responda San Judas Tadeo… No quiero que me pase lo que con Elmerón. Me suplicó prestarle mil pesos, que para hacer el baño de su choza… que ya no es choza sino mansión. Juróme devolverlo en un mes y con todo que le di los mil pesos, no hizo el baño, vendió la casa en catorce grandes y nunca me devolvió la plata. ¡Valiente sujeto! Mira, Pito, pídeselo mejor a la X’Pelos. Yo no tengo plata.
-No tío, a ésa ni le pido. Cobra el 20 % de interés…