Yucatán

Ana María Ancona Teigell

“¡Contra la injusticia y la

impunidad! Ni perdón ni

olvido”.- Bertolt Brecht

Estamos realmente preocupados porque la Fiscalía General del Estado de Yucatán viene arrastrando, desde hace años, una deficiente investigación e integración de expedientes que son medulares para ganar o perder un caso. Y nos estamos dando cuenta que nada se está haciendo para sanearla, para despedir a malos e incompetentes funcionarios públicos que ahí laboran, que no están capacitados para integrar un expediente con la fuerza necesaria para defender a la víctima o, simplemente, no están en la mejor disposición de hacer un extraordinario trabajo. En pocas palabras, no tienen la preparación necesaria, ni el perfil que se requiere para estos puestos.

Lo estamos viviendo en los casos ocurridos desde hace meses, cuando por un mínimo error en el expediente, así como también por la corrupción e impunidad que se venden al mejor postor y los amparos hechos por jueces federales, están dejando libre a los asesinos, feminicidas y agresores, y dejan indefensas a las víctimas.

Los juristas expertos dicen: “El 18 de junio de 2016 entró en vigor el nuevo sistema de justicia penal acusatorio en todo el país. La Fiscalía General de la República (FGR) ha reflejado sus limitantes en las pesquisas e integración de carpetas de investigación por parte del Ministerio Público General.

“Su ineficacia está en cada carpeta de la audiencia inicial, que va desde la detención del victimario, formulación de imputación, vinculación a proceso, solicitud de medidas cautelares y plazo de cierre de la investigación.

“Ante esta situación de la Fiscalía, en las audiencias los jueces han exhibido la precariedad de las pruebas que presentan las autoridades ministeriales, y como consecuencia los casos se pierden, dejando a las víctimas sin el derecho a la justicia. Los errores que cometen son garrafales y sus acusaciones no son sólidas ni creíbles. No acreditan el delito que amerita prisión, por lo que el victimario, en la mayoría de los casos, sale libre bajo fianza y, en ocasiones, sin pagar un peso. Esto nos demuestra que los Juicios Orales en México, no están funcionando como debieran.

“Los fiscales tienen la obligación de la defensa del Estado de Derecho velando desde el punto de vista ético y profesional, por que el acusado tenga un juicio equitativo y sea condenado o liberado. Al no cumplir con estas obligaciones se traduce en injusticias, lo que daña la integridad del sistema judicial y vulnera la confianza ciudadana.

“La Fiscalía comienza la investigación de un caso, pero también puede iniciar la investigación por cuenta propia (de oficio). Es autónomo, ya que no forma parte de ninguno de los poderes del Estado, actúa con total independencia. Su misión es dirigir la investigación de los delitos, formalizar la investigación contra determinadas personas, acusar a los presuntos responsables y proteger a víctimas y testigos. La investigación sólo concierne a la Fiscalía, no se puede meter ningún otro organismo público. Se hace para asegurar que las decisiones de los jueces no se vean influenciadas por posturas políticas, religiosas o de cualquier tipo. En los juicios, Fiscalía defenderá los intereses de la sociedad y presentará evidencias contra el acusado.

“Los jueces pertenecen al Poder Judicial, se encargan de administrar la justicia de manera honesta, confiable y eficiente. Los jueces de Control son los encargados de asegurar que no se vulneren los derechos de las víctimas, testigos e imputados. Llaman a las partes a una audiencia para lograr un acuerdo reparatorio y evitar ir a juicio. Se ocupan de las medidas cautelares, prisión preventiva, autorizan la detención de una persona cuando está involucrada en un delito y su testimonio pueda ser clave para la investigación. Si no se logra un acuerdo, comienzan las audiencias de preparación para el Juicio Oral, donde se acusa al imputado de haber cometido un delito concreto.

“Cuando comienza el Juicio Oral, son tres los jueces que se encargan de conocer y conducir los alegatos de las causas, para luego dictar una sentencia definitiva condenatoria en caso de que el imputado sea culpable.”

Con los abogados que te defienden hay que tener mucho cuidado, porque la mayoría se rigen por el dinero y a falta de éste, pueden llevar una mala defensa. Por lo que la justicia es para los ricos y los pobres que se rasquen como puedan. Grave problema también que estamos viviendo hoy porque los abogados de oficio, muy pocos son los que se comprometen con la víctima y no se corrompen.

Triste realidad la que vivimos hoy en Yucatán, donde la impartición de justicia está de cabeza, la integración de los expedientes a cargo de Fiscalía, tienen graves errores por los que se pierden casos. Esto nos convence cada vez más que dejar un expediente en manos de los fiscales es caso perdido. Y los jueces de Control están dejando mucho que desear en la impartición de justicia, porque la corrupción e impunidad son el pan nuestro de cada día. Los amparos de jueces federales se dan a diestra y siniestra, poniendo en peligro la integridad física de los ciudadanos al dejar libres a individuos peligrosos para nuestra sociedad.

Aquí en Yucatán, perder o ganar un caso depende de la inteligencia, conocimiento, honestidad e integridad de tu abogado y de que trabajen con la Fiscalía en la integración e investigación de tu expediente. Así como de la honestidad, integridad, sensibilidad, empatía y perspectiva de género, con la que juzgue el Juez.

A pesar de todo esto, seguimos en la lucha buscando caminos que nos hagan justicia, para que nuestras autoridades sepan que las mujeres de Yucatán no somos objetos o mercancías de trueque. Que estamos más unidas que nunca, que nuestra fuerza son los medios de comunicación porque la justicia y los y las que la imparten quieren que seamos invisibles. Para ellos sí, para el mundo ¡No!