Sensación de miedo y zozobra experimentan los pescadores ribereños de Dzilam de Bravo cada vez que salen a pescar, ante los asaltos que se han registrado en altamar.
Admitieron que sienten temor de perder su patrimonio o que sean víctimas de una agresión física con arma de fuego o arma blanca; para ellos, lo peor del caso es que ni un solo robo de motor en estos últimos cinco años ha sido esclarecido, todo se ha ido en denuncias, que quedan ahí congeladas.
Abraham Rivera, uno de los permisionarios pesqueros afectados con el robo, alzó la voz para señalar que los pescadores viven con miedo y temor a salir a trabajar, pues no saben en qué momento serán victimas de un asalto.
Recordó que hace algunos años le robaron varios motores fuera de borda en altamar, que hasta el momento no han sido recuperados.
Mencionó que muchos pescadores han logrado adquirir sus motores a base de esfuerzos, pagándolos poco a poco para que de un momento a otro los pierdan.
Añadió que los robos han sido cometidos previo estudio de las víctimas e incluso afirmó que los hurtos se dirigen contra determinados permisionarios que han modernizado su flota.
Mencionó que el motor que le sustrajeron anteayer es un Yamaha de 85 caballos de fuerza con un precio de 180 mil pesos, más los accesorios de navegación, GPS, profundímetro, teléfonos celulares de la trpulación, etc.
Por su parte, pescadores de Dzilam de Bravo agregaron que ningún caso de robo de motores marinos fuera de borda ha sido esclarecido, de todos los que se han denunciado.
(José Manrique)