Roger Aguilar Cachón
No cabe la menor duda que nuestra cultura se respira, se ve, se siente y en ocasiones se puede sentir su olor. Basta con ir a algún sitio en donde se reúnan todas estas características para darnos cuenta qué tan valiosa es nuestra herencia legada por nuestros ancestros.
Nuestra cultura tangible la podemos apreciar en las grandes estructuras que se levantan a nuestro paso por las principales calles de nuestra ciudad, los olores y sabores lo podemos experimentar en nuestra ya famosa gastronomía que ha trascendido fronteras y la música no sólo en el canto de nuestras aves locales sino en la música que nuestros compositores nos han enriquecido con cada nota que le canta a la mujer y a todo lo relacionado con nuestra ciudad y sus costumbres.
Pero también hay que hacer notar a mis caros y caras lectoras que tenemos una veta que poco a poco se va descubriendo y puesto ante los ojos de propios y extraños, me refiero a los tianguis. Ya en una ocasión he hecho referencia a estos lugares.
Hoy me referiré a lo que se puede encontrar en los tianguis, no son como los que hay en las grandes capitales del mundo, pero lo poco que tenemos nos brinda la posibilidad de reconstruir nuestra historia local por medio de acudir a estos lugares. Muchos se preguntarán. ¿Qué se puede encontrar en estos lugares?
Sin lugar a dudas las fotografías de la época, nos transportan a una ciudad para algunos desconocida y para otros llena de recuerdos y añoranzas. Podemos apreciar la manera en que las personas se vestían, cómo se veía nuestra ciudad ya hace algunos años, las farmacias, las tiendas, las calles, hoy ya eso forma parte de nuestra historia. También podemos reconstruir la cotidianidad de nuestros antepasados por medio de estos recuerdos.
Si bien es cierto antes se podían encontrar grandes relojes de pared y los que más se encontraban eran los de marca Ansonia, hoy solamente son un recuerdo, ya cada día se hace más difícil encontrar alguno de éstos, pero en ocasiones si se anda un poco se pueden encontrar. Los relojes de bolsillo, los de pulsera de cuerda, son una manera de ver el desarrollo que en este rubro ha experimentado nuestra sociedad.
En cuanto a libros se refiere, los tianguis nos proporcionan la oportunidad de conocer nuestra historia por medio de los diversos oferentes que se dedican a la venta de estos medios del conocimiento, no sólo hay de diversión y entretenimiento, sino que pueden encontrarse enciclopedias, de cocina, historia, de moda, de suspenso. Asimismo se pueden encontrar recetarios antiguos que son también una manera de conocer nuestra cultura.
Otras cosas que podemos conocer es la fauna de nuestro entorno, hay personas que se dedican a la venta de pájaros ya sean silvestres o de ornato y sus alimentos, también hay peces y una que otra tortuga. Al igual que peceras y jaulas de todos tipos y estilos.
En cuanto a comida se refiere, hay una combinación de olores, sabores y colores, así como podemos encontrar empanadas, salbutes y polcanes, hay también la opción de carnitas, gorditas, flautas, cochinita y pescado en diversos guisos. Así como también sandwichones, sopa fría y dulces de la época.
Siempre ha sido un medio para la adquisición de ropa ya sea usada o nueva, hay de todos estilos y modelos, hay personas, como una que conoce el de la tinta, que en esos lugares compra su ropa para uso diario así como para algunas festividades. Lo que se trata es de ahorrar. Hay personas que combinan la venta de ropa con la tarea educativa como sucede con una amiga del de la letra que los sábados y domingos instala su puesto para avenirse de algunos pesos más.
La flora es también otra opción de compra y de conocimiento, hay plantas de ornato como los son el clavel, las rosas, las bugambilias, la mariposa, también se pueden encontrar cactus de diferentes especies y tamaños. Asimismo hay plantas locales como la ruda, el romero, menta, epazote, limonaria, etc.
Se pueden encontrar artículos electrodomésticos y electrónicos, que pueden servir para la cocina, el baño, hay también grabadoras, pilas, y artículos relacionados con los aparatos electrónicos y de telefonía celular,
Hace algunos ayeres era común que las grandes tiendas se anunciaran por medio de impresiones que podían ser en calendarios, abanicos y hasta en vasos, éstos son un elemento cultural muy buscado por los coleccionistas, ya que una de las empresas que tuvo presencia por este medio fue la Cervecería Yucateca, quien mandó a elaborar vasos de diversos tamaños para promocionar la famosa cerveza yucateca. Los vasos de barrilito son los que se pueden encontrar en casi todos los tianguis y son una verdadera pieza de colección. También almacenes, hilos, refrescos, sitios de diversión, licores, han recurrido a los vasos para publicitarse y aunque hoy los hay modernos, siempre es bueno contar en nuestra colección con uno de ellos. Por ejemplo de la Sidra Pino, de Pizzá Araña, Ron Arceo, entre otras marcas.
También se pueden conseguir las planchas de carbón que eran utilizadas en casi todos los hogares yucatecos y fuera de nuestro Estado, hoy día aunque se pueden encontrar a buen precio, es bueno contar con un par de ellas para usarlas no sólo como adorno sino para revivir aquellas épocas en donde el carbón fue muy importante, no únicamente para generar energía sino también para procurar un aliño adecuado de la ropa.
Calendarios, abanicos, jarras, tajadores, aquellos que se podían ver en las direcciones de las escuelas de nuestra infancia y juventud, herraduras, alguno que otro santo de madera, gradas con algún santo o virgen de devoción.
Nuestra cultura se encuentra en nuestros tianguis, que cada día de la semana se levantan en diversos puntos de nuestra ciudad, cualquier día es el indicado para visitarlos, es conveniente acudir a ellos, pasear y ¿por qué no?, comprar alguno de los artículos para poder tener en nuestras casas un elemento de nuestra cultura que cada día se va extinguiendo. Los tianguis se instalan en todos los puntos cardinales de nuestra ciudad y también en alguna que otra población de nuestro Estado.