Yucatán

PROGRESO, Yucatán, 22 de febrero.- Anoche la suerte sonrío a un grupo de tres pescadores ribereños que salieron a lanzar sus redes a una distancia de 20 millas, tras lograr obtener una captura de más de una tonelada de jurel entre los límites de Chuburná Puerto y Sisal.

La captura récord en una embarcación ribereña y en un lapso de menos de 24 horas de una tonelada de jurel, es algo que no a diario se ve, señalaron los pescadores Pedro Vargas, Luis Angel, alias Chechenia, y un tripulante más no podían contener la alegría en sus rostros, tras arribar al refugio pesquero con la excelente captura.

Generalmente a veces una tonelada de producto, se logra obtener tras varios días de pesca en una embarcación de la flota mayor, más no en una lancha de 24 pies de eslora, cuyos tripulantes solamente salieron a probar suerte y sí que la suerte les sonrío.

Al momento de arribar al refugio pesquero, cientos y cientos de ejemplares de jurel aún se encontraban atorados en las mallas de la red que los pescadores llevaron.

Trabajaban a toda prisa pero con una enorme sonrisa a flor de labios en recolectar el producto, colocarlo en cajas, pesarlo y subirlo a una camioneta.

Otros colegas se acercaron para ayudarlos a pesar el producto y seleccionarlo para que se llevara a vender.

Mientras los afortunados hombres de mar, descargaban su producto, otros arribaban y llegaban con el rostro desencajado, retornaron sin producto, solo habían gastado gasolina y avituallamiento.

Los tres pescadores que obtuvieron la captura récord mencionaron que solamente vieron un manchón en el océano y lanzaron sus redes logrando obtener el producto, ellos lo consideran un golpe de suerte, algo que no sucede a diario.

Ellos pertenecen a la cooperativa Santa María y el producto que obtuvieron se desplazará en el mercado local, ya sea restaurantes, cooperativas y en Mérida.

Ellos mencionaron que hay una arribazón de jurel en aguas con una profundidad de ocho brazas, solo es cuestión de ubicar donde se encuentra el cardumen y proceder con cercarlo.

(José Manrique)