Yucatán

Ecos de mi tierra

Candelario, aquella mata de naranjas, que me diste, se me está poniendo triste entre su claustro de lata. Yo no sé si alguna rata las raíces le ha comido, porque se ha descolorido la mata de arriba abajo, y del más frondoso gajo las frutas se le han caído.

La mata de quimbombó que junto al pozo tenía, el viento del otro día completa la destrozó. Antes, Venancio me dio una matica de coco, y esa me tiene más loco, porque un solo coco ha dado, tan raquítico y pelado que no va a servir tampoco.

Una gran mata he logrado de fruta bomba gigante, que, aunque ha crecido bastante, una sola fruta ha dado. Mucha gente de Condado ve que la fruta progresa; pero mi suegra Teresa subió y le puso un pijama: yo nunca he visto a una dama más recatada que esa.

Lo que más me gusta a mí es que he logrado una mata de plátanos Puerto Plata que en menguante conseguí. Dio unos plátanos así gordotes y cabezones, y tras de mil discusiones al fin le dije a Teresa: ¡Milagro a la fruta esa no le ha puesto pantalones!

Chanito Isidrón 328 La yuca de don Brito

En la finca de don Brito, que por nombre tiene “Cuca”, se ha cosechado una yuca y contarlo necesito. La más grande del distrito es esa yuca cubana, que un lunes por la mañana la empezaron a sacar y lograron terminar al cabo de una semana.

Después de tenerla afuera don Brito estaba orgulloso y se sentía sabroso al ver lo grande que era. Esa es la yuca primera que he visto más elegante; yo no estaba muy distante el día que se sacó y te juro que pasó por la finca colindante.

Se juntaron diez sitieros para llevarla a pesar y fue preciso buscar otros cinco carreteros. Veinticinco bodegueros acudieron con presteza, para saber con certeza lo que la yuca pesaba y cuando se colocaba la yuca rompió la pesa.

Se entera de aquella junta la comadre de don Brito y le pide un pedacito aunque fuera de la punta. Don Brito enyuga la yunta de Brazo Fuerte y de Ronco; y se puso medio bronco con la comadre Maruca cuando le mandó de yuca un pedacito del tronco.

Por los cálculos legales que cada cual ofrecía esa yuca pesaría unos trescientos quintales. Don Brito, que tiene reales, la yuca nunca vendió; pero en trozos la picó junto a otro campesino y dándole a los vecinos la yuca se le gastó.

Vito Gómez

329 Canuto

Miren si es bruto Canuto que el anillo de la caña (el canuto sin cizaña), se lo tragó resoluto. Pero su tripaje bruto no le hizo el menor caso. Y luego comió bagazo, panal, guarapo y melao porque siendo un “amargao” quería endulzarse el pechazo.

Samuel Feijóo