Conrado Roche Reyes
Entre las cuestiones que más enojan a la ciudadanía, están los sempiternos gasolinazos, de a huevo, durante el horror que significó el sexenio de Enrique Peña Nieto. No el principal, ya que por supuesto están la salvaje impunidad y corrupción, que van de la mano con el narco terrorismo y la inseguridad.
Los mexicanos, como todo el mundo se cuestiona que “de qué estamos hechos para aguantar tanto”, pues la gente se acostumbró a aquello y nada más rumiaba su rabia. Se consideraba como una parte intrínseca de la llamada “democracia”. Pero sucede que llega, a pesar de todo y de todos aquellos ultra conservadores, a la presidencia del país, el candidato con la votación más alta en la historia contemporánea de México con promesas de campaña que aquellos anteriormente dichos lo tildaban de: loco, mesiánico, prepotente, etc.
Cuando ya siendo presidente, la gasolina comenzó a subir de precio, todos a una se lanzaron llenos de ira en contra de Andrés Manuel, aún aquellos que por su condición socioeconómica deberían de apoyarlo en todo momento, expresaron “se los dije, éste es peor”.
Sin embargo, el día 14 de este mes, después de visitar el Sureste del país, el olvidado por todos (es más, pero mucho más factible que una mujer llegue a ser presidenta de México a que un yucateco lo sea), este “loco”, en un acto de valentía exhibe públicamente a quienes son los verdaderos encarecedores de este energético por el que tantas vidas se han perdido y muchos gobiernos han sido doblegados por el imperialismo yanqui (excepción de Cuba y Venezuela).
Sin rodeos, como es él, una persona cercana al pueblo y que les habla y siente como los ciudadanos de a pie, a todos en general, hasta a los que le culpaban del aumento (el precio de la gasolina llegó a rebasar los 20 pesos) denunció quiénes son estos rufianes. Los consorcios que venden más cara la gasolina –informa AMLO-, con pelos y señales, con nombres y apellidos son los siguientes: Shell, G500, FullGas, Exxon Mobil, Total, Repson o Walmart.
Helos ahí, ciudadano. ESTOS SON LOS VERDADEROS ENCARECEDORES. Sin embargo se fue más allá y los mencionó. Quien más caro vendió fue la Shell a 20.23 el litro de Magna. Y la que expendió más barato fue Petro Seven que la ofreció a 18.74.
Este acto de verdadera congruencia –escucha cuándo lo expreso, amigo lector- le va a traer furibundos ataque de parte de sus enemigos pagados por la reacción quienes durante 18 años, cada uno a su debido tiempo, le han achacado al hoy Presidente de la República, sí ¡se los restriego a los Hiriart, Fox, Marín etc., etc., para que más les duela de lo que les está doliendo la popularidad del Presidente, tan ardidos están que clamarán, aullarán que esta medida en favor de los bolsillos de la gente es algo diabólico, maligno, órdenes de la Bestia. ¡Prrrrrr! sonora trompetilla a todos aquellos que le achacan la culpa a Andrés Manuel hasta de la tos del perro del vecino, y de la llovizna que empapó sus carísimos trajes, comprados a costa del erario, léase, de nosotros los ciudadanos. Escucharemos de nuevo la gastadísima palabra “populismo”, buscarán cómo darle la vuelta y demostrar que va en contra de éstos. Como cuando cierto intelectual orgánico corporativo, vaca sagrada del sistema, expresó que estaba muy mal subir sustanciosamente el salario mínimo ya que, según él, los pobres no saben cómo manejar el dinero, que comprarán armas (ajá, es que éstas son taaan baratas). A ese grado llegarán como lo han hecho siempre.
Ahora bien, amigo ciudadano, ya sabes, ya sabrás en dónde están los precios más baratos y los más caros, es ahora cosa tuya que te sigan viendo, como nos la han visto siempre, la cara de pen…jo.