¿Dónde están los inspectores de la Profepa?
Dos tigres de Bengala se encuentran en aparente mala condición y mal alimentados, sin que las autoridades de protección al medio ambiente y la fauna hagan algo al respecto.
Los animales permanecen en una jaula en un lote casi baldío en la carretera, en el municipio de Baca, en lo que se menciona es el Rancho Santa Rita. Fueron propiedad de Roberto Gabriel Lozano Tamez, quien el año pasado fue atacado por uno de los tigres, luego de lo cual se supo que era buscado por la justicia en Nuevo León por el asesinato a sangre fría de un amigo.
A Lozano Tamez se le acabó la vida de lujo luego del incidente y tuvo que vérselas con la justicia, pero sus dos tigres de Bengala apenas reciben los cuidados mínimos y, según se aprecia, están muy flacos, signo de una mala alimentación, de acuerdo con las versiones de pobladores de la zona.
En el lugar se aprecia una jaula de grandes rejas en cuyo interior están los tigres, aunque no es posible acercarse mucho porque un vigilante custodia el lugar. Sin embargo, los reporteros de POR ESTO! pudieron acercarse un poco más a la jaula y ver a uno de los ejemplares, a la hembra, que presenta un aparente estado de desnutrición, ya que está muy delgada.
Hay un cuidador
El cuidador de los animales y que resguarda el terreno, aseguró que los animales sí reciben alimento diario, pero no especificó la cantidad que se les da. Lo que sí comentó es que tiene prohibido dejar que la gente se acerque al lugar.
Cabe destacar que la jaula no tiene mayor infraestructura para el bienestar de los animales. Se trata de un cuadrado con rejas, un pequeño estanque, y con una pequeña construcción donde los tigres pueden resguardarse.
En su momento, luego del incidente, se informó que supuestamente la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguró a los dos ejemplares de tigre de Bengala (Panthera tigris) que se encontraban en el Rancho Santa María, ubicado en el municipio de Baca, al no acreditarse su legal procedencia, ni contar con un plan de manejo aprobado por la Semarnat, además de la carencia de un plan de contingencia.
No se sabe si las faltas fueron subsanadas o qué sucedió por parte de la Profepa, pero es un hecho que los ejemplares se encuentran en el mismo lugar y, según versiones de los pobladores de la zona, los animales morirán si no se les atiende pronto.
(David Rico)