Nos metieron a la olla exprés. El nuevo integrante por delante y a los otros 4 también para sazonar el guiso. Desde fuera de la olla todos los chefs le dan su toque al guiso: omisión, es el condimento que no falta; deshonesto, se lleva muy bien con lo anterior; falta de ética, ese no puede faltar; corrupción, tiene que estar, es parte del nombre del guiso; valores morales, eso no lo pongan, los que están dentro de la olla no saben lo que es eso; credibilidad, hay que quitársela a todos los de la olla porque la gente que se va a comer el guiso tiene que saber que no la tienen; ambiciosos, porque cuestan, deben ser gratis… Y así día con día, cada chef que desfila, le va metiendo más ingredientes al guiso y subiéndole tantito a la flama de la estufa para lograr cierto objetivo deseado que se expresa como quitar uno de los ingredientes y volver a hacer la receta. Pero cada uno de los 5 ingredientes de la receta, seleccionados por alguna razón entre otros ingredientes, sienten que tienen que mantener dos cosas vitales en este proceso de nacimiento de todo un Sistema Culinario: Cohesión y unidad del grupo e independencia de sus decisiones aguantando vara de las presiones, sean estas de vegetarianos, carnívoros, veganos, los que cocinan con o sin aceite, quienes comen sólo frutas, mariscos o pescado, los de pollo, cochinita o cabrito. Porque si en este primer intento de cambiar la receta, hecha ésta a toda ley, nos resquebrajamos ante los chefs que, aunque con toda la buena intención del mundo quieran mejorar el guiso, exponemos el futuro de todo el libro de recetas. Hoy, aunque los ingredientes no seamos los más indicados y apropiados, según algunos chefs que hasta nos ridiculizan y caricaturizan -eso sí con un ingenio aplaudible-, estos ingredientes entienden que son la base de algo vital que tiene que tener la olla de los 5 hoy y siempre: autonomía de todo y de todos. Que la valiosísima opinión de todos los chefs nos interesa hoy y siempre. Que escuchamos la opinión de toda la gente que se comerá el guiso porque es esencial para que el platillo siga vivo. Que lo que dicen todos los recetarios que se publican en el área donde se comerá el guiso son de importantísimo nivel, pues orientan a la gente en lo que come y como lo come. Pero, tomando en cuenta todo eso, adentro de la olla somos 5 y daremos cada uno el sazón que va de acuerdo a nuestra plena conciencia personal, a nuestra propia esencia de integrante. Y si alguno de los ingredientes estamos salados, rancios o pasados y corremos el riesgo de echar a perder el caldo, lo preferimos a dejar que metan la mano a la olla quienes, de acuerdo a la receta original, no tienen por qué hacerlo. Así dentro de esa olla la ecuación es simple: a más presión mayor cohesión y unidad de los ingredientes y mayor deseo de no intervención externa dentro de la olla. Los chefs tienen el control de la flama y de la válvula de escape de la olla de presión: esperemos la sepan usar para que no se queme el guiso…
(Cualquier semejanza con la realidad es porque la realidad inspiró esta semejanza) LCC Javier Montes de Oca ZentellaPublicistaEste cuento nace de mi pluma y de nadie más.