Delfín Quezada Domínguez
Desde hace varios días, ha estado circulando en diversos medios de comunicación los problemas que afronta en estos momentos el sector pesquero en Yucatán, sin saber a ciencia cierta si también replica esta situación en otros estados costeros de México. En Yucatán, el siempre digno Diario Por Esto! ha tomado varios hechos relevantes en la costa, así como entrevistas y opiniones a los pescadores y funcionarios acerca de la difícil situación que atraviesan en todo el proceso productivo, es decir, desde la captura hasta la comercialización.
Por ejemplo, uno de estos serios problemas lo encontramos en la renovación de los permisos comerciales de captura, cuyo trámite actualmente deberá realizarse en la ciudad de Mazatlán, en el estado de Sinaloa, sede de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca, órgano rector de la administración de las pesquerías en México desde la desaparición de la Secretaría de Pesca Nacional en los años 80s del siglo pasado. Este asunto ha llevado a los líderes pesqueros de nuestro estado (Federaciones de Pescadores) a replantear esta grave situación a los responsables de CONAPESCA, pues vislumbran un caos administrativo y judicial a corto plazo que perjudicaría grandemente el inicio de las pesquerías de langosta marina y del pulpo. Hablamos de 6,500 permisos comerciales de pesca, los cuales más de 1,500 se encuentran ya “vencidos” y requieren su renovación inmediatamente.
Esta situación ha llevado a replantearse también ante la Secretaría de Pesca estatal y ante el gobernador Mauricio Vila, donde los empresarios y pescadores yucatecos expusieron la problemática y la urgencia de la gestoría de ambos para entablar un diálogo “directo y efectivo con el Comisionado Nacional, Raúl Elenes Angulo”. Como sabemos, el sector pesquero dio 15 días de plazo para que se vuelvan a reunir autoridades locales y los interesados de la pesca por una respuesta determinante y difundirla a todos los agremiados pescadores buscando una solución al respecto. De no lograrlo, las aperturas de las pesquerías de langosta marina y pulpo podrían ser depredadas con la pesca ilegal, pues prácticamente nadie contaría con sus permisos al corriente y eso sería aprovechado por los saqueadores para legalizar el producto depredado y comercializarlo posteriormente en el mercado nacional e internacional.
Como planteamos al principio de este documento, el caso de los permisos comerciales de pesca es sólo uno en la cadena de problemas que actualmente atraviesa el sector haliéutico o pesquero en Yucatán. Otra de las dificultades que transita nuestro golpeado sector pesquero es la caída de las capturas de escama (mero y negrillo, principalmente), reduciéndose las captaciones casi al mínimo comparándose con años anteriores. Esto es un caso muy grave que deberá nuevamente retomarse en las próximas reuniones sobre regulación de capturas, buscando tomar medidas urgentes, incluyendo cupos de pesca, mejoras en el cumplimiento de las normas de pesca y protección de las pesquerías en áreas donde los peces se reproducen y crecen. Según los propios pescadores, así como la evidencia de sus capturas, vemos que la sobrepesca afecta más del 90 por ciento de las poblaciones de peces que ha provocado la crisis pesquera.
Desde nuestro punto de vista, la disminución de las poblaciones de peces en la plataforma de la península de Yucatán se lleva produciendo desde las últimas décadas y es una consecuencia de la falta de compromiso político para abordar la cuestión, así como la ausencia de límites de captura, la pesca ilegal desenfrenada e incumplimiento de la legislación, pues las capturas casi han triplicado las recomendaciones científicas. La sobrepesca generalizada en nuestras costas ha dado como resultado la disminución de un 90 a 95 por ciento de grandes depredadores como los tiburones, una disminución de igual magnitud en peces comerciales y no comerciales y un aumento significativo de capturas juveniles.
Podríamos estar en la última oportunidad para salvar la pesca en nuestras costas, esto es, realizando campañas para mejorar la ordenación pesquera y tomando en serio las recomendaciones que han puesto en la mesa los estudios científicos y las aportaciones de los propios pescadores quienes han recomendado las siguientes medidas para garantizar una recuperación sostenible de la pesca:
A). Establecer límites de captura según las recomendaciones científicas.
B). Proteger las zonas de desove y zonas de cría de peces.
C). Fortalecer el cumplimiento de la normativa pesquera.
Por último, me gustaría ser propositivo en uno de estos dos problemas: En el de la actualización de los permisos comerciales de pesca. En este caso, el Consejo Estatal de Pesca y Acuacultura Sustentable de Yucatán como órgano rector de la administración de las pesquerías en nuestro Estado, PUEDE Y TIENE la atribución legal y necesaria para emitir una carta compromiso ante las instancias correspondientes, en donde se establezcan tiempos y formas para cumplir y entregar los requerimientos solicitados por CONAPESCA para la renovación de dichos permisos. El Gobernador Mauricio Vila podrá fungir como AVAL HONORARIO ante CONAPESCA, pues siendo Presidente del Consejo Estatal tiene las atribuciones necesarias y legales para anteceder ante dicho organismo. De esa manera se resolvería de manera inmediata el problema de las renovaciones. Esperemos para ver qué pasa.