Yucatán

El trabajo informal, un reflejo del desempleo

Pilar Faller Menéndez“Una cosa es cierta: en la economía, ofrecer empleo -empleo fijo, con beneficios sociales, vacaciones, seguridad y hasta representación sindical- ha pasado de mod”.

Naomi Klein

El trabajo informal en México, sigue siendo una problemática que está directamente relacionada con el desempleo. Casi el 30% de las personas vive de éste en México, y utiliza recursos domésticos que operan sin registros, y no pagan impuestos, pero tampoco gozan de ninguna prestación. Es una actividad sumamente difícil de clasificar y censar, ya que éste tiene lugar dentro del ámbito doméstico la mayoría de las veces.

Este tipo de “negocios” operan a pequeña escala, razón por la cual es difícil de detectar, aunado a que no se encuentran vinculados al sistema de seguridad social del resto de los trabajadores del país, como el 57% de los habitantes de México que tampoco están amparados por ningún tipo de protección laboral que ampare el estado, a pesar de que muchos empleos considerados formales, carecen de algún tipo de contrato entre el empleador y el empleado.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), México está dentro de los cinco países con mayor tasa de trabajo informal en Latinoamérica, con un punto porcentual más que el mencionado anteriormente. Este resultado llama mucho la atención, ya que los otros países que se encuentran en este grupo son El Salvador, Guatemala, Honduras y Perú, los cuales cuentan con un ingreso per cápita desproporcionalmente inferior al de México.

Lo anterior ha puesto en evidencia que la perspectiva del gobierno federal para reducir los empleos informales con las recientes reformas laborales y hacendarias, han fallado. México aspira a alcanzar menores niveles como el caso de Brasil que tiene un 37.8% o Uruguay con el 32.5%

En 2014 la miscelánea de impuestos para ese año fiscal, ajustó el sistema que muchos conocemos de continuar recaudando sus fondos a través de la base de contribuyentes cautivos. Por lo cual, la tasa de empleos informales no varió ante la ausencia de cualquier incentivo que los animara.

Este problema se localiza en las regiones con los niveles más altos de pobreza como Oaxaca, Guerrero y Chiapas, cuyos niveles de informalidad son casi del 80%. Desglosados por actividad, podemos encontrar niveles alarmantes ya que en el ramo de la construcción la tasa de informalidad es del 57%, a pesar de que este sector ha crecido significativamente en los últimos años, y es financiada y supervisada por el sector público, el cual no ha podido garantizar los derechos laborales de estos trabajadores que son quienes sufren más accidentes de trabajo.

Algunas estrategias que han utilizado otros países de Latinoamérica para disminuir la tasa del desempleo informal informó la OIT, es establecer un régimen simplificado para los pequeños empresarios, en la cual estos contribuyentes no estén obligados a realizar declaraciones como es el caso en Ecuador.

La problemática de la informalidad en México se deriva de empleos de baja calidad, así como la capacitación nula o limitada del personal que ocasiona un bajo crecimiento en la productividad, lo cual genera un círculo vicioso: la productividad es baja debido a la baja competencia, y a falta de ésta el gobierno no quiere generar más desempleo.

La estabilidad social, una preocupación legítima, ha producido un mundo de pobreza el cual hoy se quiere combatir, y el actual gobierno está apostando por erradicarla o cuando menos disminuirla después de dos décadas de que los lineamientos de la economía agotaron su creatividad, la cual esperemos renazca, para tener un país más equitativo en sus derechos.