Yucatán

Con la ayuda del Espíritu Santo podemos renovar la faz de la tierra

Con la llegada del Espíritu Santo en el domingo de Pentecostés, todos nosotros, desde nuestras familias, debemos ser sembradores de paz en la faz de la tierra, y también debemos evitar rencillas y frivolidades, aseveró ayer el Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, en la misa de confirmaciones que ofició en la iglesia catedral.

El prelado dijo que debemos seguir el ejemplo de los apóstoles y dedicarnos a renovar la tierra.

—Tenemos ese compromiso, el de renovar la faz de la tierra en la fe, erradicado todo tipo de violencia, guerra y frivolidades. Debemos ser sembradores de paz, armonía y la unidad—señaló.

Dijo que Dios envió al Espíritu Santo y junto con él fundó la Iglesia Católica y Apostólica, en el primer caso porque todavía se mantiene la indicación de llegar a todo el mundo, de predicar en la faz de la tierra, y en el segundo, porque se fundó en el trabajo de los 12 apóstoles de Jesucristo.

—Al fundarse la Iglesia, Jesús nos envió al Espíritu Santo y dijo que ni las puertas del infierno prevalecerían sobre ella. Nosotros mismos somos la puerta del infierno cuando, pese a ser bautizados, incluidos los ministros de la Iglesia, vivimos en pecado—afirmó.

Subrayó que la única y verdadera es la católica porque fue la que fundaron los 12 apóstoles bajo en mandado del Dios, su Hijo y el Espíritu Santo.

Por ello, agregó, es que en la misa de ayer se incluyó una oración pidiendo que el Espíritu Santo nos llene el corazón y renueva la faz de la tierra.

—Que llene el corazón de los fieles, que encienda en todos el fuego de su amor, para que salgamos de aquí con el compromiso de renovar la faz de la tierra, a fin de que ya no haya violencia, inseguridad, familias divididas, para que se conviertan ustedes en cuidadores responsables de la casa común, pues debemos preocuparnos del cuidado de nuestro planeta y en favor de las futuras generaciones—afirmó.

Militarización de la frontera sur

El pastor de la Iglesia católica de Yucatán dijo que vivimos tiempos difíciles, en los que se superó una amenaza de los aranceles, pero a cambio México va a militarizar la frontera sur, por lo que ahora debemos preguntarnos ¿Quién verá por los hermanos migrantes, por los niños, mujeres y hombres que tienen que salir de sus países por hambre y falta de oportunidades?

Por ello, insistió, hay que orar para que Dios ilumine el alma de nuestras autoridades y la del país del norte, porque vivimos en un mundo globalizado, en donde una cosa nos afecta a todos.

En el salmo hemos pedido: Ven, Espíritu Santo y renueva la faz de la tierra, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor; haz de ellos personas responsables y que salgan de aquí con el compromiso de renovar la faz de la tierra; que donde quiera que se encuentren ustedes invoquen al Espíritu Santo para llene sus corazones, para que se conviertan en cuidadores responsables de la casa común.

Los hijos de Dios debemos preocuparnos del cuidado de nuestro planeta y en favor de las futuras generaciones y para ayudarnos a ser “sujeto de su propio desarrollo”, es el Espíritu el que nos mueve hacia los necesitados, a defender con valor la dignidad de los seres humanos, reconociendo esa dignidad.

Asimismo tengan el discernimiento, el juicio que viene de Dios en sus corazones y contribuyan para conservar todo lo que debemos conservar y renovar todo lo que debemos renovar. Reciban al Espíritu Santo en el entendido que no se trata nada más una ceremonia o cumplir con un requisito, sino de abrazar el corazón de Jesús, para que su espíritu los llene y que sean ustedes de los que trabajan por renovar la tierra”, concluyó.

(Víctor Lara Martínez)