Síguenos

Última hora

Obispo de Campeche llama a colaborar para que vuelva la paz

Yucatán

Lo acusan de corrupto

Con insultos, gritos y empujones, campesinos de varios municipios impidieron la entrada del magistrado titular del Tribunal Agrario Unitario 34, Luis Antonio Betancourt Sánchez, a quien consideran cómplice de la corrupción en procesos de renta y enajenación de tierras para proyectos de energía.

Ejidatarios de Motul, Cansahcab, Suma, Bokobá, Suma y Sinanché, entre otros, aseguraron que son entre 4 mil y 5 mil compañeros suyos los que han sido perjudicados con supuestos contratos con empresas eólicas que les quieren pagar a menor precio la renta de sus tierras.

“Las empresas quieren pagar solamente el 2 por ciento en tierras, una miseria, son 5 millones al año en el caso de Sinanché, nosotros mandamos a hacer un avalúo y corresponden 75 millones anuales por la cantidad de tierra”, dijeron.

Según declaraciones de los ejidatarios, de fallar a favor de las empresas les estarían pagando hasta 500 pesos semestrales por cada hectárea, pues supuestamente es lo único que puede pagar la concesionaria.

Estado de indefensión

En específico, expusieron que Bentacourt Sánchez ha cometido una serie de irregularidades para desconocer al comisario ejidal de Motul, Marcelino Alonzo Chuc, para que no pueda celebrar asambleas, lo que deja al ejido en estado de indefensión y en riesgo de perder tierras.

También criticaron que ha actuado en contra de los ejidatarios de Sinanché y Cansahcab, quienes desde hace algunos meses iniciaron juicios de nulidad de contratos con una compañía que pretende instalar parques eólicos en sus comunidades.

“Pero el magistrado Bentacourt intenta en cada audiencia orillarnos a que nos conformemos sólo con el dos por ciento que propone la empresa, pero no lo permitiremos”, denunciaron.

Además, lo acusaron de coludirse con el ex subprocurador de Justicia y ex regidor del PRI, Rafael Acosta Solís, en la venta y despojo de tierras, pues aseguran que si el Tribunal falla a favor, este último se adjudicaría un 30 por ciento de las tierras ejidales.

Estaban en la protesta cuando se asomó el magistrado de marras vestido con un traje a pesar del calor matutino. Apenas lo vieron los campesinos, literalmente se encabronaron más de la cuenta porque consideraron que era un cinismo de su parte decirles que ahora sí quiere dialogar.

–¡Corrupto! ¡Fuera! –empezaron a vociferar.

Quiso entrar a su oficina, pero los gritos arreciaron junto con empujones. De modo que no pudo acceder. “Vengo a trabajar con toda la tranquilidad, porque el que nada debe nada teme; yo estoy con mi Presidente López Obrador, no puedo yo violentar la ley ni la corrupción”, dijo el acusado.

Visiblemente enojado dio una pequeña entrevista a los reporteros y reporteras que cubrieron el zafarrancho. Aseguró que tiene año y medio en el cargo y que “no ha cometido actos de corrupción, yo lo que visto es corrupción entre la gente que litiga aquí, los abogados se apoderan de los ejidos y les ofrecen dinero, yo no permito eso”.

“Montón de multas”

Le preguntaron de su relación con Acosta Solís, pero respondió: “Yo con Rafael Acosta ni me llevo, eso es una falsedad. No estoy coludido con nadie, para nada, yo con ese tipo de gente no me llevo”.

Negó que sea un corrupto y dijo que ha impuesto “un montón de multas” desde que llegó para componer las irregularidades porque aseguró que esas oficinas están “llenas de abogados corruptos”.

La entrevista terminó abruptamente porque un manifestante se acercó a empujar al magistrado. Asistentes del Tribunal se lo llevaron y llegó la fuerza pública a resguardar el sitio en el que se mantuvieron los campesinos, pues dijeron que no se irían hasta que ese sujeto sea destituido.

(Rafael Gómez Chi)

Siguiente noticia

Arranca con 30 personas el Programa Libre de Drogas