Lilí Lope de Peniche, maestra de “patchwork”, una técnica de costura que consiste en cortar tiras de telas de colores para usarlas como rayas en diseños que así adquieren un entramado geométrico, dijo ayer que manteles, sobrecamas, edredones y caminos de mesa quedan hermosamente adornados con esta que es actualmente una importante y bonita terapia ocupacional.
Entrevistada en el marco de uno de los talleres que ofrece, doña Lilí dijo que fue en la Primera Guerra Mundial cuando por la escasez de telas y otros materiales para adornar, las señoras de Inglaterra y otros países de Europa se las ingeniaron para crear sus propios diseños con lo único que tenían disponible, que eran los sacos de harina, azúcar o cereales, y empezaron a cortarlos en tiritas para crear elegantes o coloridos diseños geométricos que compartían entre amigas. Con el tiempo esta técnica se fue extendiendo y pasó a los Estados Unidos, de donde fue traída a México.
Por otra parte comentó que el ”patchwork” es bonito, pero no es muy barato, porque se necesita una máquina de coser, una manta de corte, una regla en pulgadas y un rotari cutter, que es un cortador giratorio, todo lo cual tiene un costo de alrededor de $ 1,300 pesos. Sin embargo, una vez que se tiene ese equipo es posible hacer muchos trabajos con las más diversas técnicas, como la “logcabing”, que es la primera técnica que se aprende, y la “interleave”, que es la más avanzada.
Doña Lilí ofrece sus talleres en la calle 20 No. 236 por 15 y 17, en la colonia Vista Alegre. Tiene una página en Facebook que se llama Quiltis Angel y su teléfono es 9999 00 29 58.
(Roberto López Méndez)