Víctor Ku Ay
Escribir es fácil hasta para los niños que comienzan a aprender, incluso los maestros, profesionistas y escritores, entre otros, que hacen uso de la escritura, ya sea como medio de diversión, por necesidad, o cualesquiera las circunstancias pero hablar de la libertad de expresión es tocar un tema que parece ser común pero que a decir verdad es un asunto relativamente delicado por la ignorancia de muchos.
Esto viene a que aunque desde en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se establece en sus artículos 6, 7 además de que se menciona en el artículo 19 de la declaración universal de los derechos humanos.
En el artículo 6 establece que la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, a menos que se ataque en lo moral los derechos de terceros y que provoque algún delito que perturbe el orden público, pero en todo caso el derecho a la réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley.
Mientras que en el artículo 7 señala que es inviolable la libertar de difundir opiniones, información e ideas a través de cualquier medio, ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni coartar la libertad de defunción que no tiene más límites que los previstos en el primer párrafo del artículo 6 de la carta magna.
Sin embargo, pese a las precisiones que se establece tanto en la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos y en los artículos de la declaración de la universal de los derechos humanos, algunas autoridades o civiles tratan a toda costa de coartar la libertad de difundir.
Esto viene al caso de un hecho bochornoso vivido en carne propia recientemente con un policía de la Secretaría de Seguridad Pública, quien sabiendo y debiendo conocer los alcances de la libertad de expresión se atrevió a cuestionar el motivo de captar gráficas.
La constitución política de México es clara. La libertad de expresión es para todos.
Sin embargo, hasta conocedores de las leyes y los derechos incurren en estas malas prácticas.
Es por eso que en el principio remarcamos que hablar de libertad de expresión es tocar un tema que parece ser común pero que a decir verdad es tratar de asunto relativamente delicado por la ignorancia de muchos.
Prueba de ellos vemos a los compañeros comunicadores de otros estados que son perseguidos por la mafia y la delincuencia organizada, por el hecho de dar a conocer los hechos siendo un derecho fundamental que asiste a todo en la libertad de expresión.
Si profundizamos un poco más vale la pena preguntar que han hecho las autoridades, presidentes municipales, gobernadores, presidentes de la República, pero especialmente por los congresos de estado, los senadores y diputados federales que son supuestamente representantes del pueblo.
Al final de cuentas todas terminar en agregados y más agregados a cada párrafo pero sin resultado alguno que ampare el libre ejercicio de esta profesión aunque ponga en un hilo delgado la integridad de quienes la ejercen.