Yucatán

Loable labor realizan jóvenes profesionistas dedicados a la rehabilitación de los yucatecos, en la Unidad Universitaria de Rehabilitación de la UADY Facultad de Medicina, donde brindan una atención de calidad para quien así lo requiera, ya sea problemas de la columna vertebral u otras partes del cuerpo.

Para ello, previamente son valorados y canalizados al área que corresponda, toda vez que esta Unidad cuenta con laboratorios de electroterapia, hidroterapia, mecanoterapia, terapia ocupacional, evaluación funcional y también tienen área de nutrición.

De la valoración de los pacientes, sin importar la edad o condición social, se encarga Alondra Elizabeth Tamayo Sansores, quien es apoyada por Guadalupe Camelio Castillo.

“Yo soy la responsable de evaluación funcional en esta Unidad de Rehabilitación ubicada a espaldas de la Unidad Deportiva La Inalámbrica, aquí se valora al paciente en todos los aspectos, cómo está su movilidad, su fuerza, su sensibilidad, los reflejos, se trata de hacer una valoración de acuerdo al problema que traiga la persona y ya de acuerdo a los datos que encontremos, por ejemplo si la persona tiene dolor en la espalda, limitación para poder mover los brazos, en fin, de aquí los canalizamos a los laboratorios que correspondan, aquí pueden venir todas las personas que lo necesiten, esta Unidad está brindando los servicios desde hace más de 10 años y por ser parte de la UADY maneja costos accesibles porque hay mucha gente que no cuenta con recursos para pagar un terapeuta particular, la terapia cuesta 150 pesos ya sea que necesite uno, dos, tres o cuatro laboratorios al día, y también contamos con servicio de nutrición, de psicología si el paciente lo amerita y es bajo el mismo costo”, dijo esta joven profesionista, al igual que su compañera Guadalupe Camelio, que pone en práctica sus conocimientos ayudando a los pacientes”.

Bárbara Isabel Hernández Cruz, como responsable del área de hidroterapia, brinda la atención a través de las tinas con agua a temperatura según sea la necesidad del paciente y también cuenta con el apoyo del joven Edgar Vizcaya.

“Llegan los pacientes previamente valorados, desde medicina del deporte, ahí nos dan indicaciones de manera general. Las patologías más frecuentes son problemas de la columna, reeducar la marcha, (que caminen en el tercer nivel del tanque; el laboratorio de hidroterapia se compone de dos partes, la parte de tinas en donde se pueden manejar dos tipos de temperaturas, fría y caliente, y el área de tanque terapéutico únicamente se utiliza la temperatura caliente de 34 y 36 grados”.

Las personas llegan con diferentes dificultades para llevar a cabo sus actividades diarias, pero luego de las terapias, según sea el caso, se van contentos porque ven la mejoría, toda vez que dicha Unidad de Rehabilitación está perfectamente acondicionada y cuenta con todo el equipo de primer nivel, coinciden los profesionistas.

“Contamos con cuatro modelos de tinas y cada una de éstas tiene una indicación diferente para cada patología, y en el área del tanque terapéutico se manejan técnicas, unas dirigidas al fortalecimiento muscular, otras para que la persona camine de la manera más apropiada, unas más a relajar y otras son de activación del cuerpo en general. En esta Unidad, cada laboratorio está completamente acondicionado, contamos con sillas de ruedas, bastones y burritos para el caso de que la persona viniera y lo requiriera para desplazarse dentro del área, tenemos la tina que es de inmersión de cuerpo completo, dirigimos la turbina ya sea hacia el área del cuello, las rodillas o en general para fortalecer la relajación del cuerpo, y si la persona no pudiera entrar podemos utilizar la grúa y con ella misma sacarlo, pero también se puede trabajar aquí fibromialgia, que es una patología que tiene un componente muscular y emocional, si la persona viene con un proceso agudo la temperatura puede ser baja de 30 o 32 grados, pero si llega con un proceso crónico la temperatura está entre 34 y 36 grados”, agregó Bárbara Hernández.

Sin embargo, en esta área también cuentan con un tanque terapéutico, dijo la entrevistada por el POR ESTO!

“En el área del tanque terapéutico están tres niveles y la rampa de acceso, incluso, si la persona no tuviera la posibilidad de caminar porque viniera en silla de ruedas, contamos con sillas sumergibles y para ello es la rampa; nos movemos en alguno de los niveles para iniciar las terapias cuya recomendación es de 15 a 20 minutos, no más tiempo por los efectos fisiológicos que el agua conlleva. La terapia puede manejarse en alguno de los tres niveles, hay personas que empiezan en el primer nivel de inmersión donde está como al 50 %, entonces la persona está cargando la mitad de su peso, después seguimos en la rampa de en medio y se carga el 75 % y finalmente se puede manejar, o nos movemos al tercer nivel de acuerdo a la estatura de la persona o al objetivo que estamos buscando y que nos deja una satisfacción el poder ayudar a las personas, finalizó diciendo la licenciada en Rehabilitación Bárbara Hernández Cruz.

En este mismo sentido, la joven Xóchitl Miranda Mis, quien en los próximos días concluirá su servicio y, por ende, se titulará al igual que otros de sus compañeros y amigos, atiende otro de los laboratorios.

“Aquí utilizamos métodos como el calor, el frío, la electricidad, el láser, equipos de magneto terapia para contrarrestar síntomas de los pacientes, como el dolor y que se relajen, es un calor más profundo ya que viene de la máquina, la electroterapia que igual nos ayuda ayuda mucho a controlar el dolor, algunas heridas para cicatrizar con el láser, tenemos máquinas como la diatermia continua que se coloca en la zona lumbar o en el glúteo, donde necesitamos que el calo penetre más profundo y ayuda a relajar”, informó al Diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía, Miranda Mis.

Isabel Marrufo Crespo, pasante de la Licenciatura en Rehabilitación, quien presta su servicio en esta Unidad Universitaria, dijo que a ella le toca atender a los pacientes en el área de laboratorio de mecanoterapia, que se encarga de realizar los diferentes tratamientos previamente recomendados por el médico y se trata de enfocarse en los diferentes ejercicios que necesite cada paciente para su recuperación, desde un simple estiramiento hasta un proceso de fortalecimiento o si requiere utilizar una caminadora, reeducar la marcha, trabajar con el equilibrio, con la postura, todas aquellas cuestiones para ir apoyando el tratamiento y cumpliendo con los objetivos que se han establecido.

“Tenemos caminadoras, camillas adaptadas, las tracciones cervicales, lumbares, timones, escalerillas, pelotas, pesas, ligas o bandas de resistencia, para todos los tratamientos que se necesitan y que se adaptan a cada paciente para ayudar en su rehabilitación”, manifestó Isabel.

Afirmó que el ayudar a las personas que sufren por problemas de salud, pero que está en sus manos poner en práctica sus conocimientos, le deja una gran satisfacción.

“Es muy satisfactorio, es un logro personal como tus conocimientos los vas llevando a la práctica, como plasmarlos en aquella persona que padece problemas de salud. La verdad, es muy satisfactorio ayudar en el bienestar de cada paciente, se siente muy bien uno por poder ayudar y que la persona también confíe para recuperar su vida y más cuando te dicen, “hoy por fin pude dormir y no sabes cómo te lo agradezco”, se siente una gran alegría y el orgullo de que alguien esté confiando en ti”, añadió.

También, Jessica Guadalupe Zapata Mosqueda es parte de este gran equipo de trabajo y a ella le corresponde trabajar en la terapia ocupacional.

“La terapia ocupacional es un área en la cual nosotras ayudamos a los pacientes a que puedan realizar de nuevo sus actividades de la vida diaria, recreativas, y que a lo mejor por la lesión o por la patología se ven afectados, he tenido experiencias de desánimo, deprimidos por el hecho de la discapacidad, me ha tocado escuchar casos de pacientes y parte de nuestro trabajo es motivarlos y decirles que pueden lograr sus objetivos, que se sean y se sientan útiles y al final tener una vida independiente, les transmitimos las ganas de vivir, de ser competitivos y que no bajen los ánimos”, dijo Zapata Mosqueda.

Finalmente, Edgar Vizcaya se dijo alegre, feliz, porque se encuentra a sólo unos días de terminar su proceso como pasante en esta licenciatura y próximamente se titulará en la Licenciatura en Rehabilitación.

“Yo creo que lo que nosotros hacemos parte de la necesidad del paciente, muchas veces vienen con cualquier circunstancia de salud y es ahí donde se hace la valoración y nos concentramos para realizar lo más completo el tratamiento, que no sólo abarque la parte física sino la emocional, también nutricional, adonde se puede canalizar, sabemos que muchas de las causas que puede empeorar una situación de salud, una patología del sistema locomotor pues empeora con el tema de la nutrición, entonces, tratamos de hacer lo más completa nuestra intervención basándonos en el historial médico del paciente”, concluyó Edgar Vizcaya.

(Texto y fotos José Luis Díaz Pérez)