Ana María Ancona Teigell
“Para los niños trabajamos porque
los niños son los que saben querer,
porque los niños son la esperanza
del mundo”.
José Martí
Nuestros niños están en constante peligro debido no sólo al secuestro o sustracción, por parte de padres no custodios, que los utilizan como rehenes y carne de cañón para sus guerras sin sentido, y cuyo único fin es hacer daño al otro, cuando la realidad es que destruyen la vida a los pequeños, sino que muchas veces son también secuestrados por las instituciones, como en el caso de los dos menores Elieanai y Jaffet, de 5 y 2 años, sustraídos hace más de un mes por el padre no custodio, quien tenía ya una orden de aprehensión girada por un Juez de Control.
Los menores ahora, se encuentran en resguardo en el Centro de Atención al Menor en Desamparo (Caimede), por órdenes de una Juez de Control que, en una audiencia que se llevó a cabo el martes 23 del presente mes, por Sustracción de Menores (donde brilló por su ausencia la Procuradora de la Prodemefa, para dar todo su apoyo a la madre custodia que es una víctima de grave violencia institucional y pedir a la Juez que devuelva a los niños), no se los quiso devolver, a pesar de que la Juez Segundo de lo familiar, Oralidad Vespertina, quien ante la negativa del padre por tercera vez de entregar a los menores, ordenó que se rescatara a los niños por la fuerza pública y se los entregaran a la madre. Al padre le aplicaron medidas cautelares, cuando la familia de la madre custodia pidió cárcel. Y a la madre no le permiten ver a los hijos porque van a querer irse con ella y al no poder hacerlo, se van a poner mal, por lo que la madre llorando se quedó sin sus pequeños. Esta madre está viviendo un calvario gracias a las autoridades, Fiscalía General del Estado de Yucatán (quien cometió el error) y la Procuraduría para la Defensa del Menor y la Familia (Prodemefa), que permitió que el padre sustractor se los llevara, por lo que están incurriendo en un delito llamado Secuestro Institucional.
¿Qué es el Secuestro Institucional?
Se comete cuando una institución o autoridad, sin aviso, sin notificación, sin seguimiento, sin expediente, sin orden judicial, sin ninguna medida de amparo y tutela, no entrega los hijos a la madre o padre custodio y no se los permiten ver. Haber presentado el expediente con pruebas suficientes para evitar que los hijos sean despojados de los padres con los que viven y el Estado se adueña de ellos privándolos ilegalmente de la libertad e impide que tengan contacto con los padres custodios.
Negar a los niños el derecho que tienen como primer baluarte, el de ser protegidos por su familia para que su personalidad se desarrolle plena y armónicamente. Por lo tanto, las instituciones deben respetar los esfuerzos que hacen los padres y sus familiares por atender y cuidar a los niños en un ambiente familiar, y dar su apoyo a esos esfuerzos. Integrar familias, no desintegrarlas como está pasando en nuestro Estado.
Cuando son internados en una institución gubernamental sin ninguna necesidad, ya que cuentan con familia que los puede cuidar y proteger. La estancia en esos lugares debe ser temporal e ir acompañada de todos los esfuerzos posibles por subsanar las causas subyacentes para que los niños puedan volver al entorno familiar. Tomando en cuenta los mejores intereses del niño y el respeto del conjunto de los derechos del niño. Situación que aquí, en nuestro Estado, no toman en cuenta.
El secuestro institucional se comete por la omisión de las autoridades e instituciones de investigar, abusar y agredir a los padres de familia, reteniendo en estas instituciones a los niños. Que hacen oídos sordos a los clamores de los padres para que les devuelvan a sus hijos, lo que ocasiona graves secuelas a los menores y sus familias. Donde hay procedimientos mal realizados, acuerdos extrajudiciales por parte de las instituciones para coaccionar a los padres a recuperar a sus hijos. Emitiendo criterios y valoraciones sin fundamento ni soporte legal correspondiente, dejándose llevar por criterios de jueces que van contra los derechos de los niños y sus padres
Cuando hay padres y familia, con la que los niños pueden vivir, privarlos de esos derechos es un secuestro institucional.
Queremos hacer esto público porque hay miles de padres que están pasando por lo mismo que Irene, la madre de estos menores. Que algunos llevan años tratando de rescatar a sus hijos del Centro de Atención Integral al Menor en Desamparo y no han podido. Porque nos preocupa y alarma, como ciudadanos y padres, que nuestros niños con familia estén secuestrados por autoridades e instituciones corruptas e ineficientes.