En la literatura se ha reportado que hay pacientes que tienen sobrepeso y obesidad derivado de una ingesta emocional. Por eso, Estefani Cuevas Pérez, licenciada en psicología y estudiante de la Maestría en Investigación de la Salud, piensa que así como se ha aplicado la inteligencia emocional en el tratamiento de algunos hábitos, como la actividad física y el tabaquismo, se debe poder aplicar al hábito de la ingesta emocional.
Lo explicó así:
-A partir de algunos datos investigué qué ha habido acerca de la inteligencia emocional con el tratamiento del sobrepeso y la obesidad, y al parecer hay muy escasa literatura que se ha reportado en cuanto a la aplicación de una intervención tal cual; sin embargo, sí se ha aplicado para el tratamiento de hábitos como la actividad física y el consumo de tabaco, de tal manera que nosotros sí podemos manejar nuestras emociones.
Por ejemplo, uno come porque está muy ansioso, o come porque está muy triste, o porque está feliz; entonces, como estas emociones están implicadas en diferentes hábitos de lo saludable, del manejo adecuado de las emociones, es mi hipótesis que podríamos promover el descenso de los niveles de sobrepeso y obesidad mediante la inteligencia emocional.
-¿Qué se entiende por inteligencia emocional?
-La inteligencia emocional es la capacidad para poder regular o gestionar las emociones, de tal manera que nosotros ante una eventualidad, sepamos qué tanto puedo yo demostrar tal emoción que siento, o si esta emoción que siento, preferiblemente la cambie por otra emoción. Es decir, primero tenemos que saber cuáles son nuestras emociones, reconocerlas, identificarlas, para poder entonces hacer esta regulación, para poder moldear nuestro comportamiento a favor de los eventos que se nos presentan.
Y de hecho por eso me llamó mucho esta parte de las emociones, porque carecemos tanto de hábitos saludables, como de regulación de emociones.
Entonces muchas veces creemos que la tristeza o la ira son malas y no las debemos de tener, no las tenemos que sentir, y no es así: todas las emociones tienen su función, nada más hay que saber en qué momento y qué tanto voy a demostrarlas o cómo puedo canalizarlas, si siento mucha ansiedad, de qué manera canalizo esa ansiedad más que a la comida a alguna actividad que me sea más funcional, por ejemplo, a hacer más ejercicio.
Esa es la intención de mi proyecto, que los pacientes aprendan que pueden presentar determinada emoción, pero no canalizarla en contra de sí mismos, sino hacerla funcional.
-Hay en México una epidemia de obesidad. ¿Cree usted que con la aplicación de la inteligencia emocional se puede hacer algo para reducir esta epidemia?
-Pues si bien sabemos que la obesidad y el sobrepeso son ahora sí que padecimientos multifactoriales, la inteligencia emocional aportaría en algo, no sería como la solución absoluta, porque necesitamos el apoyo de varios especialistas para trabajar interdisciplinariamente para poder reducir estos casos. Pero yo quiero aportar desde mi área.
La aportación sería que desde la parte de psicología los pacientes puedan aprender a canalizar estos factores emocionales y psicológicos que podrían estar influyendo en su sobrepeso y obesidad.
-¿Qué aconseja a los que comen mucho?
-Yo aconsejaría que de preferencia elijan comidas de frutas, verduras, no un exceso de carne, que tomen una medida no más amplia de la mano. Entonces tomando esas acciones y no teniendo embutidos de comida, yo creo que podría uno manejar inclusive un poco más las emociones, porque hay pacientes que me han comentado que al prolongarse el tiempo de su ingesta pues ya llegan con súper hambre y es cuando ingieren de más. Por eso se recomiendan las colaciones, para que uno pueda no tener esa hambre, porque esa misma hambre inclusive puede afectarla emocionalmente. Cuando uno está hambriento se enoja, por ejemplo.
Estefani Cuevas Pérez ofreció una conferencia sobre “Inteligencia emocional para el fomento de la adherencia al tratamiento en pacientes con sobrepeso y obesidad”, en el Cuarto Foro del Posgrado Institucional en Ciencias de la Salud, que se lleva a cabo en la Facultad de Química.
(Roberto López Méndez)