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Dra. en Arq. Yolanda Fernández Martínez

Pensando con la Ciudad

¿Cómo enfrentan los Servicios Públicos Municipales los embates climáticos?

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Tenemos que el mantenimiento preventivo de la ciudad de Mérida está vinculado con el modelo urbano expansivo y a cómo se enfrentan los embates climáticos, los cuales son cada vez más erráticos e intensos, y por tanto requieren que el tema de la Resiliencia Urbana forme parte de la política pública, de la agenda gubernamental y de la planificación de los recursos financieros.

Las recientes lluvias, junto con el inicio de la temporada de huracanes, ponen en advertencia las fortalezas y debilidades de Mérida. Hay que considerar que mientras la ciudad se expande, cada vez es más complicado poder atender los requerimientos de la población que habita tanto al interior del periférico y en las colonias consolidadas, como los que viven en la periferia. El tema de la basura, la saturación de las alcantarillas, los baches y encharcamientos, así como el alumbrado público, son algunas de las problemáticas que a través de Servicios Públicos Municipales deben de ser atendidos.

Por tanto, en esta reflexión se abordarán dos cuestiones prioritarias que tienen que ver con la forma en la que se planea lo urbano y la atención a la población. La primera tiene que ver con los procesos de municipalización de los desarrollos habitacionales, así como con las autorizaciones en propiedad en régimen de condominio que se

ofertan más allá del periférico. La segunda tiene que ver con un cambio de paradigma con respecto a la dinámica de los servicios públicos municipales, para pasar de la atención urgente a la prevención de los problemas.

Con respecto al primer punto, tenemos que el proceso de municipalización de los desarrollos habitacionales implica que la autoridad los recibe conforme al artículo 422 del Reglamento de Construcciones de Mérida, siempre y cuando el “FRACCIONADOR” compruebe “que se ha entregado el 70% del dominio de los “PREDIOS” o “INMUEBLES” del área a municipalizar”, así como hacer entrega de las vialidades e infraestructuras en buen estado y conforme a lo autorizado. Una vez que le sea favorable el dictamen por parte de la autoridad, inicia el momento en el cual el mantenimiento de las obras y servicio públicos, así como la de los pagos que éstos generen, corren por cuenta del “AYUNTAMIENTO”.

El proceso de municipalización representa el compromiso que adquiere la autoridad para hacerse cargo no sólo de los servicios y mantenimiento de calles e infraestructuras, sino de garantizar también condiciones de habitabilidad en los espacios públicos a través de la limpieza de calles y parques, seguridad e iluminación durante las noches. Sin embargo, cuando la ciudad se expande, se vuelve más complejo atender las necesidades de la población, que ya supera al millón de habitantes en una de las ciudades con más baja densidad habitacional del país.

Por tanto, habría que cuestionar el modelo urbano actual desde la perspectiva de la sustentabilidad, toda vez que el mantenimiento de las obras de las infraestructuras y la dotación de servicios públicos deberían también evaluarse desde esta perspectiva y sobre todo desde la percepción que la población tiene de ellos. Es decir, ¿cuál es el costo-beneficio de tener una ciudad extensa que implica mayor tiempo y recursos para poder darle mantenimiento?

Asimismo, es importante destacar que, aunque los desarrollos inmobiliarios en propiedad de régimen de condominio de la periferia no representan un cargo al municipio, toda vez que los condóminos se hacen cargo del mantenimiento de su infraestructura, vialidades, áreas verdes y servicios, sí requieren que el Ayuntamiento les provea de condiciones de accesibilidad, y como ya hemos mencionado, mientras más alejados estén, será más costoso darles buenas vialidades.

Por otro lado, tenemos que la cultura de la prevención, principalmente en el tema urbano, es una cuestión que supera las capacidades de un Ayuntamiento, sin embargo, es ahí mismo donde habría que trabajar. Es decir, no se necesita esperar que lleguen las temporadas de lluvias o de huracanes para empezar a darle mantenimiento a alcantarillas, o realizar campañas de descacharrización1. El ejercicio debería ser permanente y preventivo. El desazolve de pozos pluviales junto con las campañas de limpieza de calles y traspatios, deberían ser prácticas cotidianas y no de temporada.

En virtud de lo anterior, tenemos que el mantenimiento preventivo de la ciudad de Mérida está vinculado con el modelo urbano expansivo y a cómo se enfrentan los embates climáticos, los cuales son cada vez más erráticos e intensos, y por tanto requieren que el tema de la Resiliencia Urbana forme parte de la política pública, de la agenda gubernamental y de la planificación de los recursos financieros.

1 http://salud.yucatan.gob.mx/2019/06/campana-de-descacharrizacion-2019/

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