El Gran Circo Ruso de Moscú y El Sorprendente Circo Chino de Pekín tuvieron que renovarse con la entrada en vigor de la ley mexicana que prohíbe el uso de animales en espectáculos.
Desde hace dos años, se unieron y reestructuraron y ahora llevan a cabo una gira nacional, con sus últimas funciones en Mérida, Yucatán.
Mónica Pérez Ferrara, responsable de relaciones públicas de ambos circos, relató en entrevista con POR ESTO! que, en el 2015, cuando trabajaban en una gira nacional del Circo Chino de Pekín, entró en vigor la ley federal que prohibió el uso de animales en espectáculos, por lo que suspendieron la gira por dos años, ya que dejaba de ser atractiva sin tigres, leones y jirafas.
En ese lapso diseñaron una nueva estrategia que consistió en unirse y, a mediados de agosto del 2017, regresaron a la acción.
“Renovarse o morir”
“El público generó expectativas de juntos por primera vez dos show de dos horas con dos circos unidos y se muestran dos espectáculos en un show con la comedia latina.
“Dentro del espectáculo del Circo Chino de Pekín son una tradición los dragones chinos y los leones danzantes, y se presentan dentro de este espectáculo. Por parte del Circo Ruso de Moscú, es una tradición presentar el número de osos polares dentro del espectáculo, pero como en México no se permite el uso de animales, hace una fantasía para los niños y Elena Popova, que es la maga del circo, hace que te transportes a ese mundo y presentamos un oso polar dentro del espectáculo, presentamos dos culturas”, relató.
El reacomodo les hizo ver que el circo, como expresión artística, todavía tiene por delante mucho tiempo para el gusto del público.
“El circo tiene que seguir, el circo es arte y el arte es cultura, es una tradición y un arte que no debe morir, hay que inculcarles a los niños el gusto por el arte circense porque son recuerdos y dejamos la tecnología de lado, no se ve en riesgo. Al principio sí por lo que pasó con la ley del circo con animales; por eso se para la gira y no sabíamos qué iba a suceder y por eso era renovarse o morir y se renueva el concepto y aquí seguimos y seguiremos”, relató Pérez Ferrara.
Una forma de vida
Pérez Ferrara era domadora de jirafas antes de la entrada en vigor de la ley y, al igual que sus compañeros domadores de leones, tigres y quienes trabajaban con caballos y otros animales, debieron renovarse y darle un giro a su forma de vida.
“El circo es una forma de vida, viajamos en caravana y vamos a los diferentes lugares, los artistas ensayan y salen a conocer; han ido a Progreso, al Centro, a Chichén Itzá, es grato para ellos.
“Y también somos papás, viaja con nosotros una maestra del Conafe que ahorita está de vacaciones, pero viaja con nosotros y tenemos alumnos desde kínder hasta uno que ya entra a la prepa y también ensayan porque esto es de generaciones”, relató.
El circo está ubicado sobre el Anillo Periférico Norte, a la altura de puente de Santa Gertrudis Copó, donde se limpió y emparejó un terreno.
Allí se observan los “campers” o casas rodantes y la enorme carpa con sus característicos picos, que invitan al espectáculo.
Profesionales
Relató que los 20 artistas en escena son profesionales; en el caso de los chinos, se preparan desde los 5 años de edad.
“Los artistas son preparados desde la niñez, los acróbatas chinos entran a clases de acrobacia desde los 5 años para que, cuando se gradúan de esta carrera, primero hacen gira por su país y luego, cuando quedan calificados, el mismo país les permite a las escuelas ir por el mundo a presentar su arte circense.
“El corporativo le habla a las escuelas de China y mandan los mejores grupos de acróbatas. Año con año van cambiando los grupos y los rusos de la misma manera; por ejemplo, Elena Popova es patinadora profesional sobre hielo; ella inició en ese ámbito y le gustó el arte circense, y experimentó con la magia y presenta un número de magia. Todos se preparan, es una escuela, estudian y muestran su arte. Es un espectáculo profesional”, dijo.
Son 20 artistas en escena entre 19 a 25 años, y son chinos, rusos, argentinos, de la compañía argentina Los Pitutos, y mexicanos.
“En el equipo somos alrededor de 50 personas que vamos viajando, está la gente de producción, de relaciones públicas, infraestructura”.
De Ciudad del Carmen
En Mérida debutaron el 19 de julio, luego de estar en Ciudad del Carmen y Campeche.
Actualmente ofrecen sus últimas funciones en esta ciudad, pues pronto viajarán a Quintana Roo.
Realizan 2 funciones de lunes a sábado y tres los domingos. Los precios para niños van desde los 100 pesos y, adultos, 200 pesos.
“El circo es para toda la familia, para todos los estándares, es un show de calidad, son instalaciones de primer nivel, el audio, la iluminación, la escenografía, los vestuarios. Invitamos a que vengan”, concluyó.
(Verónica Martínez)