Yucatán

'Hacerle (a alguien) un tango”: una escena, un escándalo

Roldán Peniche Barrera

Yucatán Insólito

O una simple rabieta.

Y aunque es usual en Yucatán, los diccionarios regionales no lo registran.

Tampoco el DRAE ni el de Santamaría.

Hacer una persona a otra un tango no es bailar con ella ese popular ritmo argentino, ni mucho menos. Sencillamente es hacerle un escándalo, un “show” hablando en términos gringos, una escena ante otros individuos presentes, o de perdido una rabieta que conlleva gritos y gestos groseros y ofensivos. Se da mucho el caso en fiestas y borracheras cuando ya pasados de copas, ciertos sujetos ofenden a su prójimo con las más bajas palabras o, de plano, usando la fuerza física.

Ejemplo:

-Que está enfermo el señor presidente…

-¿Está enfermo AMLO, tío Pascual…?

-¡No hombe! Nuestro presidente D. Julián, Mulix!

¡No seas caballo!

-No cierto. Anda de vacaciones en la Riviera…

-¿En la Riviera Azul?

-No, en la Riviera Maya, tío… ¿No entiende?

-¡No cierto! -grita el maistro Vera asomando la cabeza detrás de una silla- Se fue a torear a Mexicalpán de las tunas, x-uerekea…!

-¡Mienten! -replica de mala manera el Mulix- está en la Riviera Maya!

-¡Basta, so-penco! No me hagas un tango ¡Ya te dije dónde está!