PUSTUNICH, Ticul, Yuc., 15 de agosto.- Cientos de feligreses se reunieron para demostrar su fe a la Santísima Virgen de la Asunción de esta población del Sur, a pesar de los rayos candentes del sol.
Bella, esplendorosa y elegantemente ataviada con vestido finamente adornado con encajes en el mismo color marfil, tocada con una mantilla, para protegerse de los candentes rayos solares y además de su hermosa corona.
En la homilía, recalcó el sacerdote la importancia de actuar con bien hacia los semejantes, para que algún día como creyentes puedan recibir las bondades de la Virgen. Destacando el padre Emir Efraín Pérez Cabrera, la asunción de María, pues ella murió por vejes, pero por estar libre de pecado Jesucristo la resucitó y llevó al Cielo.
El sacerdote pidió por los más desvalidos y los diversos problemas que amenazan a la humanidad.
Los feligreses de ese pueblo y numerosos visitantes de los vecinos municipios escuchaban la santa palabra, aguantando el calor sofocante del momento, con firmeza en su fe hacia la sagrada imagen.
Al concluir la santa misa, encabezó la Virgen de la Asunción, Peregrina de la Fe, la llamada procesión a la cual concurrieron multitud de fieles creyentes, con música de mariachi y alabanzas fue dándose el último recorrido de estas festividades por el pueblo, su amado pueblo al que ha colmado de bendiciones, anticipan los lugareños.
Bellas mestizas ataviadas con lindos trajes regionales acompañaban a la Virgen en su recorrido, con grandes arreglos florales como símbolo de su devoción hacia ella.
A su paso numerosas personas se incorporaban a las filas para no perderse detalle de esta procesión de fe hacia la patrona del pueblo.
Al concluir la procesión entró a su iglesia y tomó nuevamente posesión de su nicho de honor. Con esto se marca la culminación de las festividades religiosas, que ahora solamente seguirán con las misas.
En cuanto a la procesión, destacó como cada año la participación de los custodios: Guadalupe Novelo Campos, Elvert Alejos Punab, Francisco Durán May, Dany Tilán Tun, Fabio Bah, Neftalí Alejos Durán, Waldemar y Hernán Mojón Negron, Miguel Chuc Yerbes, Rolando Gutiérrez Magaña, Invert Cauich Mojón, Cristián y Mauricio Cauich Mex, Felipe de Jesús y Fausto Mejía Durán, José Asunción Novelo Be, Román Cimá Novelo, Jaime Novelo Tilán y Juan Bah Mojón, y creyentes que buscaban cargar la santa imagen, que fueron recorriendo las principales calles de la población con la Santísima Virgen de la Asunción, acompañada por la efigie de San Antonio de Padua.
En tanto que para el resto de la tarde se esperaba la máxima aglomeración de gente y el clímax de las festividades profanas que acostumbran acompañar a estas festividades religiosas, como la corrida de toros y tardeada baile, remarcan los pobladores que estas festividades han transcurrido en completa calma.
En lo anecdótico cabe recordar que hace cosa de unos 30 años y un poco más, Ticul prácticamente quedaba desolada, desde las primeras horas de la mañana, dada la importancia que tenía esta festividad entre los católicos, ya que la proliferación de sectas apenas era perceptible en esas épocas, en la actualidad aunque mucha gente sigue fiel a la costumbre de que el 15 de agosto es un día de asueto para el comercio y demás actividades productivas, también es cierto que ya la diversidad religiosa y la llegada de gente de diversas latitudes en Ticul, ha dado sus frutos y cada vez es menos probable que las calles luzcan vacías.
Además de que la vida moderna ha traído un cambio en cuanto a las costumbres, ya que antes apenas terminaba la procesión, los visitantes se apresuraban a subir a los palcos, dando inicio así a la corrida poco después de la una de la tarde; pero ahora las corridas inician hasta después de las tres o cuatro de la tarde y llegan a culminar ya en horas de la madrugada, como el caso de hoy en que incluso se habla de más de un centenar de toros, para meter a “torear”, pues son promesas de ganaderos locales y fieles.
(Benito Cetina / Amir Mex / Guillermo Contreras)