Yucatán

“La idea peyorativa y hasta demoníaca de los huracanes nació de los conquistadores, quienes al no comprender este fenómeno natural creyeron que incluso era obra del demonio, pero en el pensamiento maya prehispánico el huracán era visto como la idea de un elemento creador de vida, creador del mundo, como podemos corroborar en los libros de los antiguos mayas como es el Popol Vuh”, destacó ayer Mirna Rubí Aguiar Paz, investigadora en la Unidad de Ciencias Sociales del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la UADY.

En el marco del Congreso Internacional de la Asociación Nacional Americana de Estudios Afroamericanos y Afiliados (NAAAS, por sus siglas en inglés), ofreció la ponencia “Los huracanes: demonios tainos, dios de trueno y relámpago maya, y catástrofe y peligro considerado por los pueblos colonizados en la Península de Yucatán”.

“Los huracanes han sido considerados demonios tainos, pero también para otras culturas como la maya, como el dios del trueno y del relámpago. También muchos historiadores y cronistas lo han catalogado siempre como catástrofe, como fenómenos naturales, pero ya con la palabra se entiende el sentido peyorativo y el temor hacia esta manifestación natural”, expuso.

Creador de vida

Sin embargo, explicó que en la época Precolombina, antes del contacto con los españoles, en las Antillas, en el Caribe, así como en la parte peninsular, la idea de este fenómeno era la de un elemento creador de vida, creador de mundo.

“Esto lo podemos corroborar en los libros de los antiguos mayas, como el Popol Vuh, que nos habla de la creación y cómo este elemento que es el huracán, trae los vientos, las lluvias fuertes, pero también es el creador de la vida y de diferentes formas de vida”, señaló.

Dijo que el huracán es un tema importante para toda la región y hasta un evento que hermana, por ello consideró importante entender de dónde viene la idea negativa de este fenómeno natural.

Influencia de los conquistadores

“Aquí la importancia es ver cómo hay una construcción de la idea de catástrofe y prevalece la parte negativa del meteoro, y esto es la consecuencia de la influencia que hemos tenido de los conquistadores”, agregó.

Dijo que en cronistas y en carta de viajeros, se describe el evento de forma peyorativa, negativa, porque ellos nunca habían visto algo así y lo llegan a entender incluso como un demonio.

“No se explicaban cómo un evento de tal magnitud era posible que destruyera todo, excepto la casa de los nativos mayas, y eso llamaba mucho la atención y llegaron a creer que era obra de un demonio.

“Son cuestiones quizá anecdóticas, como el caso de los cronistas que decían que si Cristóbal Colón se hubiera topado con un evento de este tipo en su transcurso en la llegada a las Américas no hubiera llegado”, mencionó.

Dijo que los españoles navegantes eran marinos y habían estado acostumbrados a tempestades, pero no de la magnitud como se vive en esta parte del mundo con los huracanes.

“Para ellos era cuestión de los demonios y de ahí la construcción que tenemos tan negativa, que ha sido un aspecto construido a través del tiempo”.

Fenómeno ambivalente

“Hay dos aspectos en el pensamiento maya antiguo: el huracán era ambivalente, así como era dador de vida también era alguien que con un diluvio acababa para construir algo nuevo. En el Popol Vuh está la idea de que cuando los dioses dan la orden de hacer la humanidad y no lo logran a pie de juntillas, es cuando mandan un diluvio, un huracán, para acabar ese intento de creación y es la parte creadora, pero también la que destruye lo que no debe ser para iniciar un nuevo ciclo”, señaló.

(David Rico)