Yucatán

Conrado Roche Reyes

Era un guerrero de élite, sobre todo, un artista, un poeta fuera de serie sobre la palestra cuadriculada. Aunque ya no creará más finales artísticos, la vasta producción del genial Pal Benko, quien este 26 de agosto murió a los 91 años de edad, es suficiente para que los amantes de los problemas y composiciones de finales disfruten durante toda su vida.

Cierto que los ajedrecistas del mundo entero lamentan mucho la partida de este combatiente sin igual, pero el pesar es mayor entre la legión de aficionados a los problemas de mate y a las composiciones de finales, principalmente con pocas piezas, en las que él alcanzó la excelsitud.

Pal Benko, quien nació en Francia el 15 de julio de 1928, creció en Hungría, fue encarcelado en la Unión Soviética y terminó por radicar en Estados Unidos, fue autor de varios libros sobre la técnica de finales en general y de finales artísticos en particular. Entre sus obras más conocidas están “Laboratorio de finales de partida de Pal Benko”, “Lecciones de finales de partida”, “Ganando con psicología en ajedrez” y “El gambito Benko”.

Aunque su punto fuerte fue siempre la fase postrera del juego, el húngaro-estadounidense también era un profundo conocedor de las aperturas. Incluso la movida 1.b3 era conocida como sistema Benko y con ella derrotó a dos gigantes que se ciñeron la corona mundial: Mikhail Tal y Bobby Fischer.

Además, hizo grandes contribuciones a la teoría de la defensa Benoni, en la que ideó el contragambito Benko (1.d4, Cf6; 2.c4, c5; 3.d5; 4.cxb5. a6). Los soviéticos, que lo tuvieron preso año y medio, llamaron esa línea contragambito Volga para no citar el nombre del que consideran un desertor.

La vida ajedrecista de Benko, que fue película, como comentó en sentida reseña necrológica Federico Marín Bellón, comprende prácticamente ocho décadas. Su padre le enseñó el movimiento de los trebejos a los 12 años y a los 17 se inició en las competencias. Tres calendarios más tarde se coronó campeón de Hungría.

En 1956 estuvo implicado en la revolución de Hungría, pero aún así al año siguiente formó parte de la selección de ese país que ganó el tercer lugar en la Olimpíada Mundial. Su segunda Olimpíada la jugó cinco años después, entonces defendiendo los colores de Estados Unidos, donde le concedieron asilo político.

El para muchos huraño Bobby Fischer le guardó especial afecto. No era para menos. Sin la buena fe del húngaro, el primero no hubiera conquistado el título mundial en 1972. Resulta que Paul le cedió a Fischer su lugar para que participara en el Interzonal de Palma de Mallorca 1970, que marcó el inicio de la carrera final de Bobby hacia la ansiada corona.

Benko es quien más veces ha ganado el Campeonato de EEUU, la primera vez en 1961 y la última en 1976. Durante décadas, fue infaltable colaborador de la revista “Chess Life” y hasta sus últimos días regaló a la afición artículos sobre finales artísticos en ChessBase.