Yucatán

Fue la presidenta del Patronato OSY, Margarita Molina Zaldívar, quien, en la rueda de prensa de ayer miércoles, refirió que gracias a Juan Carlos Lomónaco y al diseño de sus programas la agrupación musical asumía la responsabilidad de dar a conocer otros músicos.

A ese comentario, el titular de la Orquesta agregó que le preguntan, ¿que por qué esto y por qué no lo otro?

Se respondió a sí mismo diciendo que los estilos musicales tienen que ser afines en un concierto y por eso debe ser cuidadoso en la organización de las piezas a interpretar en cada concierto.

De alguna manera esas palabras se vinculan con la demanda expuesta en mis notas acerca de darnos a conocer obras distintas producidas en los vetustos siglos que tanto fascinan a los responsables de la agrupación musical yucateca, aunque aún soslayan darnos a conocer obras de autores mexicanos como Candelario Huizar, Julián Carrillo o Carlos Chávez.

La intervención de cada funcionario fue concisa y ¡a Dios gracias!, tomaron distancia de las excelsitudes y exquisiteces verbales con la que alimentan sus argumentos de exposición del programa que interpretará la Orquesta que, para esta ocasión, tiene como plato fuerte el Concierto para Violoncello No 1 de Camile Saint-Saens, a interpretar por el solista de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, Michael Severens, quien agradeció a su amigo Lomónaco la invitación a tocar con la agrupación yucateca e hizo extensivo ese agradecimiento a doña Margarita por su labor en pro de la OSY.

La danza Bacanal de Sansón y Dalila y Scherezada, de Rimsky-Korsakov, cierran el círculo de las obras que ejecutará la OSY este fin de semana del mes patrio. Como sabemos, los conciertos serán en el TPC, el viernes a las 21 horas y el domingo a las doce del día.

(Víctor Salas)