Músicos y personal de diversos establecimientos llevaron a cabo ayer una marcha denominada “La música no es ruido”, en protesta por la clausura de bares en el centro de Mérida que la Comuna llevó a cabo en días pasados al entrar en vigor el nuevo Reglamento de protección al ambiente y del equilibrio ecológico en materia de ruido.
Cerca de 100 personas comenzaron la marcha desde el Palacio de la Música rumbo al Ayuntamiento. Con consignas externaron su solidaridad con los lugares cerrados que también funcionan como foros para apoyar el talento local.
José Méndez, participante en la protesta, informó que la marcha busca exigir que las autoridades apliquen correctamente el reglamento y se logren acuerdos con la finalidad de que los establecimientos no se vean afectados.
Mencionó que entregarán un pliego petitorio en el programa de Miércoles Ciudadano, donde se planteará que las autoridades e inspectores correspondientes visiten los establecimientos cuando no se encuentren laborando, se realicen las mediciones pertinentes y que, en caso de rebasar los límites establecidos, se brinde asesoría por parte de los mismos, para que los lugares sepan qué deben cambiar o adaptar, con la finalidad de poder continuar con sus operaciones y no ser afectados con una suspensión.
Uno de los lugares suspendidos provisionalmente fue el Delorean Bar, que tuvo que suspender cerca de 20 eventos ya programados y dejó sin empleo temporal a unas 20 personas.
Marcos Méndez, socio del Delorean y quien se encontraba presente en la marcha, afirmó que se trata de la primera vez que son suspendidos por problemas de ruido desde que iniciaron operaciones hace ocho años; comentó que aún se encuentran realizando los procesos correspondientes para abrir nuevamente.
Señaló que consideran muy bajos los decibeles establecidos en el nuevo reglamento y recordó que no están en contra, sino que sólo piden que se aplique de manera correcta.
“Pedimos que se realicen las mediciones apegados a la ley con los instrumentos que deben ser y bien hecho, no sólo que lleguen arbitrariamente y que digan que estas muy alto y te cierren”.
“Ahorita estamos tratando de arreglar todo, hemos dado miles de vueltas para saber si se podrá abrir esta semana, y si no, tendremos que buscar un lugar cerrado para que esto no se repita, pero también sabemos de todo lo que conlleva conseguir un lugar adecuado, que es muy difícil”, finalizó.
La normatividad aprobada en el mes de junio prohíbe emisiones de ruido y vibraciones que rebasen los límites máximos permisibles provenientes de fuentes fijas y estacionarias. En la zona residencial se permiten hasta 55 decibles de 6 a 10 p.m. y de 50 decibeles de 10 p.m. a 6 a.m. En zona industrial y comercial se permiten 68 decibeles de 6 a 10 p.m. y de 65 decibeles, de 10 p.m. a 6 a.m.
En la marcha no hubo pancartas y como solo abarcó un corto tramo cerrado al tráfico por ser domingo, prácticamente no hubo afectaciones.
(Víctor Lara Martínez)