OXKUTZCAB, Yucatán, 23 de septiembre.- A través de una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) y denuncia en la Fiscalía General del Estado (FGE), el Dr. Ceferino Góngora Vega denunció abuso de autoridad y atropellos hacia su persona de parte de agentes de la Policía Municipal.
La querella ante la Codhey consta en acta en las oficinas de la delegación de Tekax y la denuncia ante la FGE quedó asentada en el acta UNATD12-GE/1245/2019, donde se describe una serie de acontecimientos que ponen al descubierto el abuso de autoridad de parte de los elementos de la policía local.
“La primera vez, quitaron la placa a mi vehículo porque los elementos de la policía consideraron que estaba mal estacionado, pero no tuvieron la gentileza de dejarme alguna notificación; antes de acudir a la ciudad de Mérida para solicitar la reposición, me sugirieron pasar a la comandancia y preguntar. De forma prepotente, me enseñaron mi placa y me pasaron con un Juez para pagar una multa de 2 mil pesos, al final terminé entregando 500 pesos y no accedieron a darme un recibo”, señaló el profesor Ceferino Góngora.
“Un día estaba manejando por el centro cultural Siglo XXI de Oxkutzcab y suena mi teléfono celular, para contestar me orillé y al poco rato se pegó una patrulla y me prendió sus luces, en eso arranqué mi coche y continué hasta estacionarme frente al Mercado Municipal, en eso pegó nuevamente el vehículo oficial y descendieron dos personas que se identificaron como judiciales, trataron de arrestarme porque dijeron que venía en ‘zigzag’ y que estaba alcoholizado.
“Al defenderme, ordenaron a un oficial de la policía quitar las placas del coche, pero la gente que estaba en el centro se empezó a juntar y los dos supuestos judiciales se fueron rápidamente, el policía dejó mis placas y me dijo que solo recibe órdenes”, indicó.
“Una noche me estacioné a un costado de la farmacia María del Carmen, como a 12 metros de la esquina; un policía me dijo que estaba mal estacionado, para no discutir retiré mi vehículo, pero para mi asombro llegó otro vehículo en el mismo lugar y no le dijeron nada, al cuestionar al oficial del orden, me respondió prepotentemente que no me metiera en lo que no me importa”, refirió el afectado.
Audiencia con el alcalde
“Armándome de valor solicité una audiencia con el Presidente Municipal, Raúl Romero Chel, un sábado me la concedieron y después de esperar 3 horas me atendió. Expliqué con evidencias lo que me estaba ocurriendo y le dije que iba a recurrir a los medios de comunicación, me dijo que las cosas van a cambiar y me dijo que le dé la oportunidad de hablar con el director de la Policía, los agentes y que venían cambios para todo Oxkutzcab” indicó.
“El 13 de septiembre caminaba sobre la calle 53 y al llegar al cruzamiento de la 46 intenté subir a la acera para continuar por la misma vía, pero dos policías del municipio se acercaron prepotentemente para decir que no había paso, les respondí que sólo iba al cajero automático para sacar para mis gastos del día, pues a las 10 de la mañana tenía una reunión de supervisores en la ciudad de Mérida y andaba un poco apurado.
“Cuando intento continuar mi camino, un policía me dobla el brazo y hace que me hinque al suelo para tratar de golpearme, en eso una mujer policía se fija que venía un grupo de personas por la calle 46 y le dijo a su compañero que me suelte”, denunció el supervisor de nivel secundaria.
Hace un llamado
Ceferino Góngora cuestionó al Alcalde Raúl Romero y al Cabildo de su comunidad, exhortando que sean responsables al momento de contratar elementos para cuidar a los ciudadanos, elementos capacitados como servidores públicos y no como dueños de la ciudad.
“Señor Presidente, a usted le consta mi trayectoria como profesionista en la educación (secundaria, preparatoria, nivel superior y postgrado), nunca me he metido en problemas, a usted, como mi ex alumno, y a los vecinos de Tekax, Akil y otros pueblos les consta; mi deseo siempre ha sido formar ciudadanos con principios; por todo lo anterior y por alguna agresión que pueda sufrir mi persona, encomiendo mi alma al Gran Arquitecto Universal”, concluyó.
(Pedro Cauich)