Yucatán

Fantasmas del pasado

No es mentira cuando digo que al iniciar este largo camino, la mayoría del tiempo me he sentido aislada del mundo, ajena a todo, algo que me hace sentir mal y me deja abatida. Como por ejemplo el caer en la realidad, percatarme que así como llegan las personas a tu vida, así también se van. Puede ser en un instante o quizá después de determinado tiempo. Como cuando en el autobús rumbo al trabajo o cualquier otro sitio, cada pasajero pide parada en diferentes puntos de la ciudad, y muy probablemente no te vuelvas a encontrar a esas personas en el mismo transporte. En el avión cuando vamos de viaje, todos los pasajeros llegan al mismo destino o quizá, algunos cuantos sigan su camino hacia el aeropuerto de otra ciudad más lejana. Pero al bajar, cada quien se dirige a un rumbo diferente.

Al año de la pérdida de mi pareja, empecé a tratar de seguir adelante, continuando mi vida pero cada cierto momento me regresaban las ganas de tirar la toalla, me regresaba la misma fatiga y cansancio, el no querer hacer nada y no seguir viviendo. Hasta que yo misma me dije: “Tengo que intentarlo, tengo que aceptar que ya no está físicamente, pero siempre estará su espíritu en mi corazón. No le gustaría verme triste.”-

Hace dos años me enamoré, tratando de rehacer mi vida después de 5 años de haber perdido a mi primer gran amor.

Conocí a esta nueva persona a distancia, todo fluyó normalmente, al natural, hablábamos a diario por teléfono, por mensajes, vídeo-chat. Hay un pequeño detalle: no nos conocemos en persona, probablemente al mundo le parezca algo anormal pero me enamoré. Me han llegado a decir: -”¿Cómo puedes enamorarte de alguien que no conoces, de una voz?”- Si quieren una respuesta: No lo sé pero sucedió. Al principio todo estaba bien, era lindo todo como toda relación, hasta que poco a poco todo se fue tornando diferente, se fue convirtiendo poco a poco en una relación tóxica. A pesar de la distancia, yo le metía ganas. Estuve en dos ocasiones a punto de viajar hasta la ciudad donde vive esa persona, pero en las dos ocasiones rechazó el que yo fuese hasta ahí. Otro detalle: su familia no lo sabe y no me preguntes el porqué, debido a que es otro tema algo complicado para mí. Después de dos años de estar así, hace unos meses todo terminó en definitivo y ni siquiera un adiós, lo cierto es que me he perdido más. Yo estaba tratando de encontrarme y tengo que reconocer que permití que me consuma, aprendí a vivir con dolor y con dolor no se puede vivir, al menos no dejando que éste te consuma al punto de perderte y perder gran parte de tu vida. Hay tantas cosas que no comprendía y hasta hace unos días seguía sin comprender, me he vuelto más fría, más negativa, las pocas personas que realmente me conocen lo han notado y me lo han dicho. Hoy no sé cómo cambiar mi actitud, pero ahora sí estoy decidida a ser esa persona, que con sólo 14 años y ciertos problemas o días grises, trataba de ignorarlos y seguir siendo yo misma. Esa es la persona que quiero encontrar, aunque probablemente ahora haya crecido pero supongo que tiene muchas cosas que aportar, que aportarme y brindarme y yo de tonta he dejado de darle esa oportunidad desde hace mucho tiempo. Lo cierto es que aunque los fantasmas del pasado vuelvan, yo ESTOY DECIDIDA a encontrar a esa persona que dejé en el olvido hace muchos años. Hay algo muy importante que me dijo el Dr. Gaspar Baquedano, una de las personas que me ha brindado las herramientas para que yo personalmente piense, reflexione y ahora decida por mí misma estar bien conmigo. Eso que me dijo fue: “Adivina qué es lo que más olvidamos las personas.”- Yo me quedé pensando unos minutos hasta que le dije: -”No, no lo sé. ¿Qué es?”- Y él me respondió muy seguro de que yo encontraría la respuesta: “No, adivina.”, y seguí pensando hasta que después de unos cortos minutos obtuve la respuesta. NOS OLVIDAMOS A NOSOTROS MISMOS y es algo muy importante que no deberíamos hacer. No te calles, habla y NO TE OLVIDES DE TI, VIVE POR TI Y PARA TI. Recuerda: “Un cuerpo con el tiempo se deteriora y al final se hace ceniza, pero la esencia de uno mismo y lo que es como persona jamás se olvida. Si primero tú olvidas, entonces será como si nunca hubieses existido.

Anita Cruz

CONTACTO: Para atención directa acuda al Hospital Psiquiátrico “Yucatán”, con referencia médica para la atención al suicidio. En los momentos de desesperanza, contactar al Programa (PIAS) del Hospital Psiquiátrico Tel. 6 11 01 94, en horas de oficina. Estamos también en Radio Universidad 103.9 FM, todos los jueves a la 1 p.m., con repetición los domingos a las 4 p.m. Contacte también a los siguientes correos: programapias@yahoo.com programapias@hotmail.com En Facebook, “Grupo la Esperanza PIAS”